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por La_profe » 31 Ene 2015, 22:49
Supermercados. Parte 1: Las sanciones de Rusia.
El veto de Rusia a las exportaciones de alimentación de Europa afectó en cierta manera la vida de los ciudadanos.
“Не представляю, как заменить сыр моцареллу, а ведь для пиццы он необходим. И без пармезана как теперь быть?» (“No tengo ni idea de cómo sustituir el queso mozarella, y para hacer pizzas es imprescindible. ¿Y qué vamos a hacer sin el parmesano?”)
«Исчезла итальянская томатная паста. Приехали...» (“Desapareció la pasta de tomate italiana. Tela…”)
«Может, дело не в санкциях, но почему тогда отечественные продукты поднялись в цене на 25%?» (“Si no es por las sanciones, ¿por qué habrán subido 25% los precios de los productos del país?”)
«Плохо, что наши продукты подорожали. Такое ощущение, что картошка в этом году из серебра... а о мясе что и говорить. Посмотришь на цены – и идёшь дальше. Но может быть, санкции в этом и не виноваты» (“Lo málo es que han subido los precios de los productos nacionales. Las patatas este año parece que son de plata… y la carne ni os digo. Miras los precios y sigues caminando. Pero quizá las sanciones no tengan culpa”).
«Ну и что, одной проблемой больше, а разве мы не пережили 90-е? Вот тогда точно была ж...па». (“Bueno, es un problema más, pero ¿acaso no sobrevivimos en los 90? Y entonces sí que lo pasamos canutas”).
«Мне наплевать. Хамона вам что ли не хватает?» (“A mí me da lo mismo. ¿Es que os hace falta el jamón?”)
«Те, кто говорит, что не замечает эффекта от санкций, похоже по магазинам не ходят...» (“Los que dicen que no notan el efecto de las sanciones parece que no entran en los súper…”)
«Санкции задевают лишь тех, кто позабыл вкус нашей обычной еды и начал питаться французскими устрицами, итальянскими сырами... тем хуже для них». (“Las sanciones sólo afectan a aquellos que habían olvidado los sabores de nuestras comidas de siempre y pasaron a comer las ostras francesas, los quesos italianos… peor para ellos”).
«Мне по барабану. Меньше ешь, стройнее будешь». (“A mí me importa un bledo. Quien come menos, no tendrá sobrepeso”).
Mientras estuve leyendo todo esto en un blog hace unas semanas, mi madre que estaba conmigo en la cocina tomando un té, al haber echado un vistazo en la pantalla de mi portátil, dijo: - Да, именно хамона нам и не хватает! (“¡Pues sí que nos hace falta jamón, hombre!”) Y el jamón en San Petersburgo ya no se vende. Aquel jamón catalán que mi madre solía comprar desapareció, a ver cuándo volverá.
El segundo día de mi viaje a Piter tuve que ir un supermercado de mi barrio para comprar algo de comida. Nada más entrar y acercarme a la sección de frutas y verduras me di cuenta de que ya no podía comprarme aquellas clementinas españolas que solían ser mi única fruta en mis viajes a Piter en invierno. La verdad es que los supermercados de mi barrio, y de la ciudad en general, nunca habían ofrecido buena fruta, pero algo siempre había y solía ser de importación. Esta vez encontré mandarinas de Turquía y de Marruecos que no tenían muy buena pinta. Luego supe que tampoco tenían un gran sabor, pero eso sí, montones de pepitas.
¿Qué más había? Bananas de Ecuador, peras de Argentina, manzanas de Serbia y de Chile, naranjas de Sudáfrica, limones de Israel. Había fruta de China también.
Eso sí, también vi manzanas y patatas del país. De hecho, las patatas nunca las ha habido de importación, siempre han sido “nuestras”:
Por supuesto que no encontré mis yogures favoritos, eran finlandeses, de “Valio”. Pero gracias a su ausencia descubrí muchos yogures buenos de las marcas rusas que de otra manera no probaría.
El marisco ahora es asiático, casi todo es de China. Antes solía comprar gambas noruegas que estaban bastante bien. Las gambas chinas son diminutas, no se podrían comer, ¿pero darían sabor a algún plato? Alguien las querrá.
Y esto es todo lo que puedo decir del efecto producido por las sanciones. Creo que los países de los que provenían los productos ahora prohibidos lo han sufrido bastante más que Rusia y los rusos. Y a pesar de haber saboreado aquellos productos extranjeros, los rusos no los van a echar de menos mientras haya suficiente variedad de alimentación y las estanterías de los supermercados estén llenas. La razón es la siguiente: a la gente que conoció los 1990 no es fácil asustarla. Esa gente no se preocupa por bobadas.
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por La_profe » 02 Feb 2015, 21:31
Supermercados. Parte 2. Algunas curiosidades.
1. Como estuve en Piter en la época de las navidades, en los supermercados encontré un producto como éste:
Los abetos de distintas especies se venden por toda la ciudad en los bazares navideños, pero también se pueden adquirir en los súper. No se trata de los abetos que antes de haber sido cortados poblaban los gigantescos bosques rusos. Estos árboles se cultivan única y exclusivamente para las ventas navideñas, son todos del mismo tamaño y aspecto y la gente los prefiere a los árboles artificiales.
2. La cantidad de marcas de vodka es sorprendente. Tiene que ser muy difícil elegir uno...
3. En España sólo se conoce una ensaladilla rusa, pero en San Petersburgo se puede ver muchas, todas diferentes. Hay mucha gente que prefiere comprarlas hechas antes que tener que cortar y mezclar los ingredientes en casa, pero también hay personas que no se fían de ellas y piensan que para su elaboración se usan los alimentos a punto de caducar que son difíciles de vender de otra manera. Esto quién lo sabe.
4. Las panaderías de los supermercados ofrecen todo tipo de empanadas dulces tradicionales, tanto artesanas como industriales:
5. En 2006 el gobierno ruso había prohibido la importación de los vinos de Georgia y aquellos maravillosos vinos estuvieron ausentes en los supermercados rusos durante siete años. En 2013 han vuelto, y me imagino que fue una gran alegría para los verdaderos amantes del vino tinto georgiano. Yo también lo soy, y me ha encantado volver a tomarlos este invierno:
6. El famoso chocolate soviético “Osobiy” ("Особый", “el especial”) que aún ahora se considera de los mejores del país, ha salido recientemente en su otra variedad, con avellanas. No sé qué tal está porque me compro el de siempre.
7. Los “priániki” son panecillos con especias que no se pueden comparar con ningún dulce español. En Rusia es un dulce preferido e imprescindible:
8. Otro producto muy querido por los rusos desde hace siglos es el esturión salado )"cельдь", "селёдка") que rima tan bien con el vodka, "водка - селёдка" y se come muchas veces junto con un vaso de ese aguardiente:
9. El “studien” ("студень", del verbo antiguo "студить" - enfriar) o "jolodiets" ("холодец") es un plato que nunca he probado, pero del que he oído hablar desde pequeña. No sé cómo es que hay tantos rusos que a cualquier comida normal le prefiere un “jolodiets”, esa masa gelatinosa que se obtiene cuando se deja enfriar un caldo preparado a base de una carne grasienta… No lleva gelatina, el truco está en utilizar las partes de vaca o cerdo adecuadas (cabeza, patas) que contienen elementos capaces de darle al plato este aspecto. Horroroso… pero se vende increíblemente bien:
Para obtener imágenes mejores copiad la palabra "студень" en el buscador de Google u otros, veréis cómo es ese plato cuando está listo para comer.
10. La “tushionka” (“Тушёнка”, del verbo “тушить” – “guisar”) son frascos o latas de carne guisada. En la última década de la URSS cuando las tiendas estaban vacías, seguía habiendo esas latas y la gente solía conocer sus "caras”. Es una metáfora, pero no del todo, porque las etiquetas solían llevar dibujado el hocico del animal cuya carne había dentro, y si te acordabas de “la cara” de la vaca de la marca que hacía una carne guisada comestible, lo tenías más facil a la hora de ir a comprarla. Con aquella carne guisada se podía hacer muchos platos diferentes y muy ricos. Aún ahora, cuando hay de todo, sigue habiendo gente fiel a aquellas latas mágicas:
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por Antonio G » 04 Feb 2015, 22:28
Estimada Profe,
Perdóname que te moleste con lo que seguramente será una tontería pero que a mí me supera y no encuentro la vía de averiguar que quiere decir lo siguiente:
бесл в знач. сказ.
Este texto aparece en cursivas en mi diccionario ruso (de Rusia) como abreviatura en el lugar indicado para denotar la categoría gramatical de ciertas voces, como las siguientes:
можно, надо, нужно, etc.
y me gustaría poder llamar a estas palabras por su nombre pero me quedo atrancado en el sentido de las abreviaturas.
Gracias y enhorabuena por los reportajes de Piter. No sabes cuanto me alegra saber que tenéis repletos los escaparates y que se fastidie el Gran Sancionador. Además supongo que dentro de poco os vais a poder atiborrar de yogur griego.
Esperemos a que algún día tengamos la suerte de que nos caiga también aquí alguien con dos dedos de luces y algo de narices como para enterrar de una vez por todas el seguidismo pro USA, pro UE, pro OTAN, pro Euro, en fin pro todo menos pro España, y que puedan volver a probar en tu casa el jamón y no sólo el catalán sino el de Jabugo, de la sierra de Aracena en Huelva, que es el etiqueta negra de los españoles.
Por cierto, cuando yo era niño y vivía en Marruecos las naranjas y las mandarinas del Lukus eran tan buenas que hasta venían de Valencia a comprarlas. Pero igual todo cambia y ya no es lo mismo.
En fin que me alegro por vosotros, lo siento por los agricultores levantinos y disculpa el desahogo pero es que cuando veo las mamarrachadas de estos pretendidos genios de la geopolítica que son el dúo afroalemán me hierve la sangre.
Un saludo muy cordial.
Antonio
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por La_profe » 05 Feb 2015, 14:53
Привет, Антонио! бесл в знач. сказ.
¿Seguro que es "бесл" y no "безл"? Porque si es "безл" quiere decir "безличное", "impersonal", lo que es lógico tratándose del uso de estos adverbios que forman frases impersonales y figuran en ellas como predicado (de hecho se llaman adverbios presicativos). Y "в знач. сказ." es precisamente "в значении сказуемого", "en función de predicado". Ejemplo: Мне нельзя пить холодные напитки ("No puedo tomar bebidas frías") No hay sujeto, porque es una frase impersonal, pero sí hay predicado "нельзя". En los diccionarios suele venir una lista de abreviaturas, y es sumamente necesaria porque muchas veces es difícil adivinar qué se esconde detras de ellas. ¿Seguro que en el diccionario tuyo no la hay? Un cordial saludo y gracias. La_profe.
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por Antonio G » 06 Feb 2015, 00:22
Elena,
Muchas gracias por tu rápida y clarificadora contestación. Ahora todo cobra sentido. Tienes razón en el gazapo que he cometido con cambio de letra en la primera palabra; en cuanto al índice de abreviaturas del diccionario el mío también lo tiene pero no incluía la expresión completa tal y como yo la buscaba, tan solo el término "besl" que, encima, era el que yo tenía mal alfabetizado.
Gracias otra vez y un cordial saludo.
Sigue con Piter, seguro que tienes muchas más cosas interesantes que contar.
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por La_profe » 10 Feb 2015, 16:25
Un paseo por el Fontanka.El río Fontanka (Фонтанка en ruso) sale del Nevá a la altura del Jardín de Verano y se extiende unos siete kilómetros. Gracias al mismo jardín recibió su nombre: las tuberías instaladas en el Fontanka suministran el agua a las fuentes (“фонтаны” en ruso) del jardín. Aquel día que decidí dar un paseo por el malecón del Fontanka hacía muchísimo frío. Salí del metro en el “Gostiny Dvor”, fui por la calle Sadóvaya hasta el callejón de Krylóv (el autor de las traducciones al ruso de las fabulas de La Fontaine... fontaine, fuente, Fontanka), luego crucé la plaza de Ostrovski (el famoso dramaturgo del siglo XIX) y llegué hasta mi río favorito. El cielo en el horizonte tenía un color rojo suave, típico de las tardes más frías del invierno. Y sobre aquel fondo se veían muy lejanas, pero muy nítidas las cúpulas azules de la Catedral de la Santa Trinidad en la que Fiódor Dostoievski se había casado con Anna Snítkina. A pesar de que mis manos apenas sentían algo por el frío que hacía, no podía parar de hacer fotos. El Fontanka es el río que más quiero. Quiero sus puentes, quiero su pavimento de granito, antiguo e irregular, tan atractivo para los pintores gráficos como, por ejemplo, Dobuzhinski, el autor de las ilustraciones delos libros de Dostoievski. El pavimento que sale en los dibujos de Dobuzhinski es aquel que pisé con mis botas de trekking aquel día. Quiero mi Fontanka porque… allí fue donde se me cayó un gatito de goma. De hecho lo dejé caer, lo tiré. Tenía unos cuatro años. Creo que era esa mi edad de entonces. Vivíamos en la plaza de Turguienev (otro escritor famoso), justo al lado de la Sadóvaya, pero un poco más lejos, y a menudo íbamos a pasear por el Fontanka. Aquella era una tarde de invierno, de eso me acuerdo muy bien, y mi madre nos vistió a mi hermana y a mí con unos pañuelos de lana gruesos por encima de los gorros, para que hicieran de otro gorro más y a la vez de bufanda. Salimos a pasear con nuestro padre. Ya era de noche, íbamos por el malecón, y al pararme puse el gatito sobre la barrandilla de hierro ennegrecido. Era un gatito sencillo, un juguete soviético. Apenas tenía color y estaba desgastado porque ya le había mordido bastante las orejas. Lo quería mucho. Me acuerdo muy bien de lo que sentí en aquel momento sujetando el juguete aquel en la mano. Lo que pensé fue: “¿Qué pasará si lo suelto? ¿Se caerá en el agua de este río tan oscuro y frío? ¿O no? ¿Cómo puede ser que sí, si es mío, si es mi juguete... acaso puede desaparecer de repente? ¡No debería!" Y abrí la mano… Luego hubo la vuelta a casa, mi largo y desesperado llanto y el regreso de mi padre que me había devuelto mi gatito perdido. Después de habernos llevado a mi hermana y a mí a casa, había salido de nuevo, y, no sé cómo, pero logró alcanzar el juguete que, seguramente, se había caído sobre el hielo que cubría el río. Recuerdo como envolví el juguete en unos trapos para ayudarle a entrar en calor. Por eso quiero tanto el Fontanka, y no sólo por eso. En el Fontanka a la altura del puente de Aníchkov está el Palacio de los Pioneros adonde iba por las tardes a clases de dibujo y pintura a partir de siete años, y luego al coro juvenil a partir de doce. En el malecón de Fontanka está el teatro BDT (el Gran Teatro Dramático) en el que trabajan los actores más conocidos de San Petersburgo como Alisa Freindlich y Oliég Basilashvili. Por el Fontanka se puede llegar hasta el Castillo Mijáilovski donde en 1801 fue asesinado el zar Pablo I, y no muy lejos de allí está el museo de la poetisa Anna Ájmatova que vivió en aquel edificio en los años 1927-52. Y también en uno de los edificios que hay en el malecón del Fontanka, la antigua casa de los Olienin, el poeta Aliexandr Pushkin conoció a Anna Kern.
- El teatro BDT
- El puente de Lomonósov.
- Un patio típico petersburgués.
Hubo años (no tan lejanos como aquellos en los que estudiaba en el Palacio de los Pioneros) en los que visitaba el malecón del Fontanka sólo para ir a comer en el restaurante mexicano “La Cucaracha” que hasta hace poco se consideraba el mejor restaurante mexicano de la ciudad. Fue allí donde empecé a practicar mi español intentando decirles algo a los camareros, todos estudiantes de la América Latina. En realidad el río Fontanka puede ser visitado de muchas maneras, el viaje mismo os propondrá la vuestra. Puede que sea una visita al Circo Ciniselli, el famoso circo antiguo que la gente llama simplemente “Цирк на Фонтанке”, (el Circo en el Fontanka), puede que déis un paseo en barco por los ríos y canales de la ciudad, puede que vayáis al Teatro Juvenil donde un día vi la mejor versión de la obra de Chéjov “Las tres hermanas”. Aunque quizá no haya nada mejor que dar un largo paseo por el malecón de Fontanka durante una de las noches blancas. "Te oigo musitada en la imperceptible tristeza, en la amistad, en la calle vacía junto al canal Fontanka, en el umbral de una casita de madera, en los ojos de una mujer ilusionada, y siempre entre copos de nieve silenciosa que no te hacen callar”.(de "Lengua rusa", Juan Eduardo Zúñiga). La_profe.
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por La_profe » 13 Feb 2015, 15:28
Farmacias en San Petersburgo.Аптека ( аптэка en bielorruso, apteka en polaco, apotek en danés y en sueco, apotheke en alemán, apteekki en finés, apteek en estonio, apotheek en holandés, апотека en serbio) es una palabra de origen griego. En el griego al principio significaba simlpemente “almacén”. Hay muchos países que en vez de la palabra griega utilizan una latina (farmacia, pharmacy, farmacie, etc.) y también hay lenguas eslavas como el slovenio, eslovaco, checo y croata que utilizan palabras muy similares que tienen raíz eslava: lékareñ, lekarna, lékárna, ljekarna (en ruso hay palabras con la misma raíz: лечить - curar, лекарь –médico, лекарство - medicamento). En San Petersburgo hay dos tipos de farmacias: las del Estado y las privadas. Las farmacias del Estado no tienen nombres, sólo números: «Аптека № 176», «Аптека № 243», etc. Todas abren a las 9 y cierran a las 21 horas. Son todas parecidas en cuanto al diseño de sus interiores y en algunos aspectos recuerdan la época soviética. Las farmacias privadas tienen nombres, algunos de ellos muy originales y llamativos como, por ejemplo «36,6», «Здоровые люди» (“Gente sana”), «Первая помощь» (“Primeros auxilios”), «Родник здоровья» (“Fuente de salud”). La mayoría de ellas son redes de farmacias conocidas no sólo en San Petersburgo, sino también en otras ciudades del país. Muchas de ellas abren las 24 horas y ninguna cierra los domingos. Las farmacias privadas suelen tener logotipos que las identifican y un diseño concreto, propio de cada empresa. Algunas de esas farmacias como, por ejemplo, «Фармакор» no sólo venden medicamentos, sino producen los suyos propios. Hay farmacias que además de vender medicamentos venden productos de medicina natural, de homeopatía, remedios tradicionales, cosmética medicinal, alimentación infantil, etc. Lo importante es que: - Los precios cambian dependiendo de la farmacia, pero no diría que mucho; - Los petersburgueses en su mayoría confían en las recomendaciones de los farmacéuticos; - Cualquier medicamento se puede encontrar fácilmente en cualquier farmacia; - Los farmacéuticos suelen ser profesionales, simpáticos, dispuestos a ayudar; - No hay colas; - En todas las farmacias de la ciudad hay descuentos de muchos tipos (por ejemplo, para los jubilados, los veteranos de la guerra) - Hay farmacias que ofrecen tarjetas de descuento y de ahorro para los clientes permanentes. Unos consejos.Si viajáis a San Petersburgo con un nivel de ruso entre inicial y básico y tenéis que comprar algo en la farmacia, pero os da cosa preguntar, podéis seguir estas recomendaciones: 1. Teniendo que comprar algo que no requiere consulta del farmacéutico lo mejor que podéis hacer es buscar una farmacia estilo supermercado. Son cómodas porque en ellas apenas necesitaréis hablar. Se trata de buscar el producto en cuestión en las estanterías y llevarlo a la caja. Así son las farmacias «Первая помощь» y «36,6». 2. Si no sabéis si podéis afrontar una charla con el farmacéutico, pero necesitáis comprar “algo para” el catarro, la garganta, la tos, etc., lo mejor que podéis hacer es informaros antes de visitar la farmacia y elegir un medicamento que os puede valer preguntando a los amigos rusos, viendo la publicidad en la tele, mirando páginas de farmacias por internet, etc. 3. Si tenéis que llevar algunos medicamentos para tomarlos durante vuestra estancia en San Petersburgo, informaos antes del viaje de la posibilidad de adquirirlos también en Rusia, por si acaso. Y si tenéis medicamentos “favoritos” para los males más básicos, podéis llevarlos en la maleta si no es una cantidad exajerada. Yo, por ejemplo, suelo llevar una o dos cajas de Frenadol y nunca me han hecho preguntas en la aduana. La_profe.
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por La_profe » 03 Mar 2015, 16:24
Una visita a la Catedral de San Isaac.La Catedral de San Isaac (Исаакиевский Собор) fue construída en los años 1818-1858, el proyecto elegido entre muchos pertenecía a un joven arquitecto francés August Montferrand. La Catedral de San Isaac actual es la tercera de las que hubo en San Petersburgo. Las dos anteriores tuvieron el mismo nombre, y la primera era una iglesia hecha de madera. El zar Aliexandr I decidió que un templo con ese nombre tenía que ser más monumental, y así fue como se hizo esa emblemática catedral. Durante el sitio de Leningrado en el sótano de la catedral fueron guardados los cuadros y otros objetos valiosos de las colecciones de los museos de la ciudad, y los empleados de la catedral no dejaron de asistir a sus puestos de trabajo ni un solo día. La propia catedral fue protegida de los ataques de los alemanes de la siguiente manera: la cúpula fue cubierta de una pintura gris mate que la dejaba prácticamente invisible en el cielo nocturno de Leningrado. Aún así el edificio fue dañado y las columnas aún guardan huellas de aquella guerra. Sólo una vez había entrado en la catedral de San Isaac y vi sus maravillosos interiores, fue hace mucho tiempo y era una visita guiada. Los últimos años el visitar esa catedral significa para mí simplemente el poder acercarme a ella “en persona” y no a través de una imagen de la cámara web disponible en internet. La última vez que me acerqué a la San Isaac fue el día ocho de enero de este año. Desde por la mañana estaba nevando sin parar, pero cuando salí del metro en el canal de Griboiedov a las cinco de la tarde vi que en el centro sólo había que humedad y una mezcla de lodo y nieve derretida en las aceras. Ese lodo no sólo es desagradable, sino que también estropea bastante la imagen de las calles céntricas. Arriba estaban las girnaldas navideñas, las chispas de nieve danzaban en el aire iluminadas por las luces de las farolas, y abajo se veía toda esa horrible suciedad… Al atravesar la Nevski llegué hasta el río Moika y di un largo paseo por su malecón pasando la Universidad de Herzen, la calle Gorójovaya y las puentes Roja y Azul para encontrarme con la más majestuosa de todas las catedrales, la de San Isaac. Y allí estaba ella, la real, la única. Nada más verla me acordé de mi padre. De joven vivía cerca de allí, pasaba junto a la catedral a diario, la veía de mañana y de noche, bajo el sol y bajo la lluvia… Cuando era pequeña, él y yo visitábamos aquellos lugares, me había llevado hasta el edificio en el que vivía con sus padres en la Pochtámtskaya, me enseñó su colegio… Yo tenía doce años. Y luego mi padre murió y ahora ya no sabría decir cuál era su casa, ni dónde queda aquel colegio. Mis pensamientos tristes se interrumpieron cuando me di cuenta de que no era fácil cruzar la calle para llegar a la catedral. No había semáforos ni pasos cebra, sólo había una enorme calle de Bolshyaya Morskaya con montones de coches, autobuses, trolebuses. Pero justo en aquel momento el tráfico paró y ví como cruzaba la calle una chica con un niño pequeño. Los alcancé casi corriendo y crucé también. Entonces decidí subir a la cúpula. Hay una película soviética del año 1975, "Дневной поезд" (“El tren diurno”), que empieza justo allí, en la cúpula de la San Isaac. Su protagonista está contemplando la plaza Mariínskaya desde arriba, y la ciudad de Leningrado está nevada, es un día típico de invierno: https://www.youtube.com/watch?v=Iw9RJap ... ZoROoYli_1Nunca había visto la ciudad desde arriba en un día así. Solía subir a la cúpula en los días calurosos de verano cuando la ciudad parece una postal para los turistas. Tuve suerte cuando subí allí en agosto de 2011 porque el día estaba muy nublado y la ciudad tenía unos colores grises plateados, tan propios de ella. Y esta vez, en enero de 2015, pude verla en invierno y de noche. En la taquilla había una pequeña cola, la entrada valía 150 rublos (2, 20 euros). La mayoría de los visitantes eran de fuera, no sabían ni qué querían visitar. Iban a comprar una entrada para ver la catedral por dentro y ya en la caja les preguntaban si también querían subir a la cúpula. Y entonces ya querían saber de qué visita se trataba. Me costó un poco subir las escaleras por culpa de la ropa de invierno que abulta y pesa. Delante de mí iban subiendo dos chicas acompañadas por sus amigos que las habían dejado atrás. Una de ellas llevaba unos botines de ante de color claro que tenían unos tacones de unos diez o más centímetros. La otra llevaba botas que como suela tenían una plataforma muy alta. No sé cómo pudieron llegar arriba, creo que les fue difícil, y lo peor no era la escalera en sí, porque a pesar de ser larga, no lo es exageradamente; lo peor era el último tramo que tiene escalones de metal y está al aire libre. Aquel tramo estaba cubierto de hielo y de nieve y quizá hasta peligroso. No podría describir toda aquella belleza que se puede ver estando allí arriba. Lo que voy a hacer es publicar aquí las imágenes que obtuve durante mis dos últimas visitas a la cúpula de San Isaac. Así podéis comparar los diferentes estados de la ciudad vista desde arriba. июль 2011: январь 2015: Al bajar las escaleras y salir a la plaza, fui caminando lo más rápido posible por la Bolshaya Morskaya para entrar en calor. Me dolía la garganta, y lo que más quería era entrar en la confitería “Bushé” y tomar un té con aroma de frutas del bosque en una taza grande con algún pastelillo, pero necesitaba cambiar mis euros y ya no podía demorarme más tiempo. Era hora de volver a casa en la que mi madre estaba jugando mientras con mi pequeña niña. Пока, Исаакиевский собор, я вернусь. La_profe.
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por Antonio G » 05 Mar 2015, 23:40
Hola Elena,
Gracias por toda la información que estás poniendo a nuestra disposición sobre San Petersburgo y, en mi caso personal, por los recuerdos que despiertan tus textos y tus fotos. Yo estuve dentro de San Isaac cuando visité Piter a principios de los 90. Aunque cada día la memoria se desvanece un poco más, recuerdo la impresión que me produjo la visión interior de este majestuoso templo. Evoco sus impresionantes mosaicos cubriendo los lienzos de pared hasta difuminarse en la altura; el magnífico iconostasio; las columnas de malaquita y las dos pilastras centrales de lapislázuli, de unas dimensiones que costaba creer que fueran ciertas, en fin, tantas y tantas cosas. Como muestra de todas estas impresiones te diré que sólo otra vez en mi vida tuve una sensación igual de verdadero anonadamiento ante tanta belleza. Fue cuando, a los 17 años, recién llegado a España, entré por primera verz en la Mezquita de Córdoba. Tuvieron que pasar 30 años y haber recorrido más de medio mundo para encontrar algo que igualara ese impacto. Y ese algo fue la Catedral de San Isaac. Ni San Pedro en el Vaticano; ni Santa María en Florencia; ni San Pablo en Londres, ni la Catedral de Sevilla, por citar los cuatro mayores templos del arte cristiano en el mundo, me produjeron una sensación comparable a la de San Isaac. Por eso y si no fuera mucho pedir te agradecería que si tienes alguna imagen del interior la incluyas en tu serie de recuerdos gráficos de tu ciudad.
Un cordial saludo,
Antonio.
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por La_profe » 07 Mar 2015, 22:32
Привет, Антонио!
No sabes cuánto me alegro de que mis relatos te hagan recordar aquel viaje a Leningrado. No sé si te quedan fotos o si hiciste algunas notas mientras estuviste en mi ciudad, pero si no, las cosas se pierden, es lo que dices tú: la memoria cada día se desvanece un poco más.
Yo intento conservar todos los recuerdos de mis viajes en fotos y textos. Cuando estoy en San Petersburgo, hago montones de fotos (de hecho no paro de hacer fotos en la vida normal también…) y escribo diarios en el Word. Por muy cansada que esté después de un día de paseos por la ciudad, ocupaciones, eventos, charlas, etc., por muy tarde que sea, siempre escribo cómo me ha ido el día, qué ha habido de interesante, de importante, qué me ha impresionado, en qué estuve pensando, etc. Así lo guardo todo, sin perderme ni un solo detalle.
Ayer y hoy estuve preguntando a algunas personas cercanas si por si acaso tienen fotos de los interiores de la Catedral de San Isaac. Nadie tiene nada. Y yo ahora mismo tampoco tengo, pero como pienso volver a viajar a Piter en verano, iré a la catedral y sacaré montones de imágenes del interior que tan bien describes en tu mensaje.
Entonces ya las publicaré aquí.
Por supuesto que podría descargar algunas imágenes de Internet, habrá muchas, pero no es lo mismo.
Un cordial saludo.
Elena.
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