Hace unos días tuve una charla de lo más interesante con unos colegas, profesores de idiomas también. Ahora voy a intentar sacar algunas conclusiones.
“¿Seré demasiado mayor para estudiar idiomas?”, “¿tendré mala memoria?”, “¿no sería mejor dedicarme a otra cosa?”Todos los que estudiamos idiomas extranjeros sabemos que tarde o temprano (y muchas veces es demasiado temprano) nos suele surgir un problema: el resultado intermedio no nos parece suficiente, lo vemos mucho más insignificante de lo que esperábamos, y, lógicamente, esto nos hace perder la motivación. Eso sin tener en cuenta que muchas veces simplemente no notamos resultado ninguno, sino todo lo contrario, nos parece que cuanto más estudiamos, menos aprendemos. ¿Os suena?
Vivíamos tranquilos mientras el idioma en cuestión no nos interesaba. Luego llamó nuestra atención, se hizo objeto de nuestro estudio, pero en vez de aportarnos beneficios sólo baja nuestra autoestima, hace que nos sintamos inútiles para el aprendizaje, etc., etc. ¿Quién no conoce esta sensación?
¿Qué es lo que ocurre realmente?Lo más normal es que simplemente no tengamos una motivación seria de verdad.
Para ver claramente si la tenemos o no, contestaremos a una pregunta: ¿qué es lo que queremos conseguir si llegamos a dominar el idioma? Las respuestas pueden muy diversas y serán casi todas más o menos buenas. Todas, menos una que es, sin duda, la peor: “tener la aprobación de los demás”. Porque eso de “¿De verdad hablas ruso? ¡Madre mía!” no vale para nada.
En este caso el proceso del aprendizaje no nos provoca ningún interés, ni tampoco nos importan los pequeños resultados intermedios, lo único que queremos es ganar algo con el resultado final. Pero justo en este caso no suele haber resultado.
¿Qué significa “tener una motivación seria de verdad”?Una motivación seria de verdad la solemos tener cuando su aprendizaje es de alguna manera necesario para nuestro día a día. Sólo entonces nos vemos con energía suficiente para hacer el esfuerzo necesario y ponernos a estudiar, para dedicarle tiempo al idioma. Cuanto más seria sea la motivación, más energía y más ganas tendremos de aprender.
Si la motivación que tenemos es seria, pero no tanto como en el ejemplo que puse, en algún momento nos puede esperar el fracaso.
¿Se puede evitar el fracaso?Sí. Y para eso hará falta hacer lo siguiente:
1) saber ver el resultado intermedio;
2) saber apreciar el resultado intermedio.
Si sabemos ver el resultado intermedio y lo valoramos como importante y significativo, encontraremos bastante motivación para seguir estudiando. Al seguir teniendo motivación, tendremos energía para estudiar, y así, poco a poco llegaremos a tener un resultado más notable.
¿Cómo llegar a ver y a valorar el resultado intermedio?Es lo más fácil, porque en realidad cualquier esfuerzo produce algún resultado, y este se ve. Por supuesto, que un resultado evidente puede que nos haga esperar, pero un resultado inicial llega enseguida. Quizá nadie lo note, y aún así, lo hay, no lo podemos negar. Es imposible que nos estemos dedicando a algo y en nuestro cerebro no se guarde nada. Quizá lo que se esté guardando parezca más bien piezas de un puzle sin hacer, pero esas piezas estarán allí y si seguimos, el puzle se hará. Por eso es tan importante ver el pequeño resultado intermedio.
¿Qué es lo que nos puede impedir verlo?1) El sobrevalorarnos a nosotros mismos.Al empezar a estudiar un idioma, enseguida nos imaginamos hablándolo con soltura, nos vemos sentados con el libro en original o viendo una película sin subtítulos. ¿Y por qué no? Hay gente que lo ha logrado, entonces, es posible.
Pero el sueño se rompe cuando pasan semanas y meses y no somos capaces de mantener un diálogo de lo más sencillo. Nos parece súper frustrante mientras que en realidad el progreso es obvio: antes no sabíamos nada y ahora vamos avanzando. Si dejamos de soñar despiertos e intentamos ser más realistas, sabremos alegrarnos por nuestro nivel inicial y tendremos inspiración para seguir. Y si, al contrario, decimos que no sale nada, que los esfuerzos son inútiles, no quedará motivación ni energía para seguir.
2) El esperar que el resultado deseado se produzca “aquí y ahora”.A veces lo que pasa es que sí vemos un resultado, pero nos parece demasiado pequeño en comparación con el tiempo (y a veces también dinero) que hemos invertido y el esfuerzo que hemos puesto. Ya que hemos puesto tanto de nuestra parte, ¿acaso no teníamos que haber ganado más?
¿Por qué siempre creemos que nuestro esfuerzo, sea cual sea, tiene que ser premiado? Y en realidad puede que simplemente no haya premio, o que lo haya mucho más adelante, o puede que el premio sea demasiado pequeño, justo como el mismo esfuerzo. Así son las cosas y así es como habría que verlas.
La conclusión: para llegar a dominar un idioma hay que vigilar la motivación para que se mantenga, tener paciencia por ver el resultado final y aprender a apreciar cualquier resultado intermedio. Y entonces habrá éxito.
¿Estáis de acuerdo?
La_profe.