Hola a todos.
Hoy voy a publicar aquí este artículo sobre la Biblia en ruso, y en el mismo texto explicaré por qué he decidido escribirlo.
Las traducciones de la Biblia en Rusia.
En el siglo IX la Biblia fue traducida al idioma protoeslavo por los hermanos Cirilo y Metodio, los autores del alfabeto cirílico.
En el siglo XV la Biblia se tradujo al idioma eslavo eclesiástico.
En la primera mitad del siglo XVI la Biblia fue traducida al idioma ruso occidental que se utilizaba en la Lituania de entonces (el Gran Ducado de Lituania). Fue impresa en Praga en 1517-1525, pero no había llegado hasta Rusia.
En Rusia la Biblia fue impresa en la traducción eslava eclesiástica unas décadas más tarde, en la primera de las imprentas, en 1581. Se llama "Ostrozhskaya" por haber sido publicada en la ciudad de Ostrog.
La primera edición completa de la Biblia salió en 1663 en Moscú.
En la época de Isabel I (Елизавета) la traducción eslava eclesiástica fue revisada y reeditada en 1751 y recibió el nombre de la zarina, se llamó “Elisavétinskaya” (Елизаветинская). Es la versión de la Biblia que se sigue utilizando en nuestros días por la Iglesia Ortodoxa Rusa (Русская Православная Церковь).
En 1813 en Rusia fue fundada la Sociedad Bíblica Rusa (Российское Библейское Общество) cuyo objetivo fue la publicación y la distribución de la Biblia. Y ya en los años 1818-1822 se publicaron partes de la Biblia en ruso, pero luego la Sociedad dejó de existir: hubo protestas por parte de la Iglesia y a Nicolás I (Николай I) no le quedaba otro remedio que firmar el papel correspondiente.
Solamente en 1858 Alejandro II (Александр II) permitió la traducción y la publicación de la Biblia completa en ruso, y por fin salió en 1876.
La última y la más moderna traducción rusa de la Biblia llegó a las librerías en 2011. El trabajo sobre la traducción duró casi 15 años.
La Biblia en mi casa.
En la época de la URSS la Biblia no fue prohibida en el país como muchos piensan. Los que la tenían en casa podían abrirla cuando querían, y los que no la tenían la podían comprar. Las estadísticas nos dicen que sólo 21% de la población de la Unión Soviética era creyente, pero eso no quiere decir que la Biblia hubiera dejado de ocupar las estanterías de los rusos durante tantas décadas.
La traducción de la Biblia que tengo en San Petersburgo es la de 1876, pero el libro es una edición de 1990. Viene en dos tomos. Me acordaba de ella, la intenté leer varias veces en distintas épocas de mi vida, y decidí preguntar a mi hermana si sabía dónde estaba y si me podía hacer alguna foto de ella. Mi hermana me contestó que no sólo sabía perfectamente dónde estaba, sino que de vez en cuando le echaba un vistazo. Cuando la pregunté por qué lo hacía, me dijo que era bueno leer algo así de vez en cuando. No dijo más.
Recuerdo muy bien la última vez que intenté leer la Biblia. Tuve que hacerlo para preparar un examen. Fue una lectura aburrida, iba sacando fragmentos aquí y allá, y al final leí más sobre la Biblia que la Biblia misma.
¿Qué dicen los rusos de su lectura de la Biblia?
“Знать Библию является долгом каждого образованного человека, ведь это основа всей европейской культуры».
“Conocer la Biblia es el deber de toda persona culta, porque es la base de toda la cultura europea”.
«Читал я её, по ночам, ночь за ночью в течение целого года. Осилил таки».
“La estuve leyendo noche tras noche durante un año entero. Prueba superada”.
«Нельзя просто читать Библию. Нужно изучать её, анализировать. Существуют даже рекомендации для тех, кто только собирается начать читать, есть комментарии. Что нам может дать такое чтение? Не знаю, может быть, умиротворение, гармонию. Но атеиста она не сделает верующим человеком».
“No se puede simplemente leer la Biblia. Hay que estudiarla, analizarla. Hasta existen recomendaciones para aquellos que van a empezar su lectura, hay comentarios. ¿Qué es lo que puede dar este tipo de lectura? No sé, quizá una sensación de paz, de armonía. Pero no hace que un ateo se vuelva religioso”.
«Я читала детскую библию, увлекательное чтение».
“Yo leí la Biblia Infantil, ha sido una lectura entretenida”.
«Я начал было читать её однажды, прочёл солидную часть и бросил. Слишком уж много противоречий».
“Empecé a leerla un día, leí una buena parte y lo dejé. Demasiadas contradicciones”.
«Не торопитесь читать Библию, когда придёт время, вы это поймёте».
“No os precipitéis por leer la Biblia, cuando llegue el tiempo, ya os daréis cuenta”.
«Мне было тяжко читать Библию, но надо было, и моя девушка отправила мне её в мп3-файлах. Я сел читать и одновременно слушать, и вроде бы стало понятнее».
“A mí me estaba costando leer la Biblia, pero tenía que hacerlo y mi novia me lo envió en archivos mp3. Me puse a leer y a escuchar a la vez, y noté que lo entendía mejor”.
«Я читала её несколько раз, и мне всегда становится неловко, когда я вижу, как люди говорят, что цитируют Библию, а сами её и не открывали и просто выдумывают на ходу».
“Yo lo leí varias veces y siempre me incomoda cuando la gente dice citar la Biblia mientras que en realidad ni lo habían abierto y se lo están inventando todo”.
«Старинная книга, да, но не знаю, зачем её так пиарят».
“Un libro antiguo, sí, pero no sé por qué tanto bombo con él…”
«Тяжёлое чтение, скучное, язык труднейший».
“Una lectura muy pesada, aburrida, el lenguaje dificilísimo”.
¿Por qué estoy hablando de ello ahora?
Hace unos días estuve en Madrid para hacer una visita al consulado ruso. Llegué a la capital a las seis de la madrugada, desayuné en la Gran Vía en compañía de “Memorias” de Chukovsky (¿habrá oído alguien de él en España?), di un larguísimo paseo por el centro de la ciudad y luego volví al metro para ir a aquel sitio que me es querido por ser tan ruso y por ser uno de los pocos sitios que de verdad conozco en Madrid.
Hice lo que tenía que hacer, salí a la calle muy contenta de haber disfrutado de la atmósfera rusa inconfundible que reinaba en la oficina del consulado y me paré para guardar los documentos en una carpeta. Cuando ya estaba cerrando el bolso, vino hacia mí una señora de cuya presencia en la calle ya me había percatado. La vi de reojo mientras luchaba con la incómoda carpeta de plástico, me di cuenta de que que tenía una cara muy rusa, y cuando se me acercó pensé que iba a preguntarme algo sobre el consulado. Pero resultó que ella era… testigo de Jehová.
Me preguntó si tenía tiempo, y como le dije que sí lo tenía, empezó a hablarme, muy rápidamente y en un ruso malísimo por ser matizado de su ucraniano materno, de la lectura de la Biblia en nuestra época y de la poca atención que se le prestaba. Me dio un curioso folleto, este:
La estuve escuchando un rato sin intentar inventar alguna excusa y huir, no porque me gustaba escucharla, sino porque me gustaba oírla. Pronunciaba todas las “os” no acentuadas como –os, se perdía en la construcción de las oraciones subordinadas, y creo que se había dado cuenta de que prestaba más atención a su habla que a aquello que contaba, porque se disculpó por su ruso y añadió que era nativa de la zona de Transcarpatia (Zakarpatia) que está en el sudoeste de Ucrania.
Por supuesto que me preguntó si creía en Dios y le contesté que no, que nunca he sido religiosa y que en mi familia nadie es religioso. Dije que no he sido bautizada al nacer, que nunca he ido a la iglesia, que me costaba entenderme con las personas creyentes, que tampoco he bautizado a mi hija, etc. Ella no paraba de asentir y luego me preguntó si alguna vez había leído la Biblia. Entonces le contesté que sí lo intenté, y varias veces. Y enseguida pensé que quizá lo volvía a intentar. Bueno, no ahora, algún día...
¿Dónde leer la Biblia en ruso?
Aquí: https://www.bibleonline.ru/
Y si estáis en Madrid, pasad por la calle Joaquín Costa alguna mañana, quizá encontréis esa señora allí, a la altura de la salida del metro “República Argentina”. Y también podéis asistir a una de las reuniones que anuncia:
Un saludo.
La_profe.