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"Una noche con Claire" de Gaito Gazdánov.

NotaPublicado: 29 Oct 2016, 21:51
por La_profe
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(Editorial NEVSKY PROSPECTS, 2011)


Vi esta novela de Gazdánov en la Feria del Libro Antiguo en León y como valía 2 euros, me lo compré a pesar de que ya sabía que no iba a leerlo en papel, sino que lo preferiría en original, en versión electrónica, que era la única disponible. Me puse a leerlo y después de una decena de páginas me acordé de haberlo leído. Creo que fue uno de los temas que había que preparar para algún examen. Aún así no dejé la lectura porque me había hechizado. La lengua rusa de Gazdánov me recordó la de otros escritores conocidos de su época, las frases, la mayoría muy largas, eran construídas de tal manera que parecían casi poesía digna de leer en voz alta.


La literatura rusa después de 1917.

Después de la revolución de 1917 la literatura rusa se dividió en dos: la soviética y la de la emigración. Mientras que los escritores pertenecientes a la primera fueron publicados y leídos por la gente rusa durante las décadas de la URSS (Gorki, Shólojov, Fadiéev, Bulgákov, etc.), los de la emigración, muchos de ellos, le fueron totalmente desconocidos hasta los 90. Hasta entonces no fueron publicadas ni las novelas de Nabókov, ni las de Zamyatin, ni las de Berbérova. Ni tampoco las de Gazdánov. Incluso ahora, cuando las novelas de este autor han salido ya en numerosas ediciones distintas, mucha gente rusa acaba de descubrir su obra, su impecable lenguaje, invulnerable e intacto a pesar de los años vividos en el extranjero, la melodía de su narración.


Sobre Gaito Gazdánov.

El nombre y apellido del escritor no son rusos, sino caucásicos: su padre era de Osetia (una región del Cáucaso, pero el escritor nació el 6 de diciembre de 1903 en San Petersburgo y vivió allí los primeros cuatro años, luego la familia se fue a vivir a otros sitios, desde Siberia hasta Járkov.

Después de haber estudiado en un colegio militar, a los 16 años Gaito Gazdánov participó en la Guerra Civil, en el Movimiento Blanco, “para saber qué es la guerra”, como él mismo decía.

En 1923 Gazdánov se marchó a Paris donde vivió la mayor parte de su vida. Tuvo épocas malas en las que ni tenía trabajo y vivía en la calle, pero también trabajó de mecánico, de taxista, de maestro de ruso y de francés, y durante cuatro años fue estudiante de La Sorbona donde estudió la historia de literatura, la sociología y la economía.


"Una noche con Claire".


“En cualquier amor hay tristeza, la tristeza de la culminación y la proximidad de la muerte del amor, si es feliz, y la tristeza de la imposibilidad y la pérdida de lo que nunca nos perteneció, si el amor resulta imposible”.

“Una noche con Claire” es la primera obra de Gazdánov. Fue escrita en 1929, publicada por primera vez en 1930 en París, en una editorial rusa y muy bien valorada por Bunin y Gorki y los críticos rusos en el extranjero. A pesar del éxito la novela no se volvió a publicar hasta 1979, cuando ya no estaba su autor. Después de aquella segunda publicación, americana a pesar de ser en original, la novela se editó en inglés en 1988, y sólo en 1990, cuando se publicó en la revista “Sovietski voin” (“El soldado soviético”), la pudieron conocer los lectores rusos.

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El original se titula "Вечер у Клэр", “Una tarde con Claire” (“Une soirée chez Claire” en la traducción francesa, “An evening with Claire” en inglés), son memorias de un emigrante ruso Nikolái, recuerdos de su infancia y adolescencia, de la Guerra Civil en la que participó a la edad de dieciséis años y de Claire, una chica francesa por la que sintió un amor más sincero durante toda su vida.

“No la vi durante cuatro meses. Después llegó el invierno; en el bosque, a las afueras de la ciudad, adonde iba a esquiar, los árboles crujían bajo la nieve helada como si fueran de plata, y los atrevidos se deslizaban por el camino allanado hacia el restaurante Versailles en las afueras. Sobre las llanuras nevadas, que comenzaban a la salida del bosque, los cuervos volaban lentamente. Seguía su vuelo pausado y pensaba en Claire; y una inexplicable esperanza de encontrarla aquí empezó a parecerme posible, aunque no había la menor duda de que Claire no podía venir hasta aquí. Pero en la medida en que sólo me preparaba para encontrarme con ella y me olvidaba del resto, las posibilidades de pensar con sensatez quedaron anuladas, y me asemejé a un individuo quien, después de haber perdido su dinero, lo busca por todas partes y, sobre todo, allí donde es seguro que no puede estar. Durante todos esos cuatro meses no hice más que pensar en Claire”.

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En las primeras páginas encontramos al protagonista en las calles de Paris por las que vuelve a su hotel después de pasar la tarde cuidando a Claire. En esta parte de la novela la narración se desarrolla en dos idiomas: al ruso le acompaña el francés, y es como un símbolo de dos mundos diferentes, dos vidas diferentes y dos maneras diferentes de ver las cosas. Un dualismo es lo que sufre también Nikolái en su relación con Claire y en su propia vida, partida en aquella que vivió en Rusia y aquella que lleva en Francia.

Después de unas cuarenta páginas de lectura que tratan de Claire, es como si el protagonista abriera un maletín lleno de recuerdos y los fuera sacando en orden, uno tras otro.

A lo largo del libro Nicolái recorre su vida recordando algunos acontecimientos, pero sólo los describe sin intentar analizarlos ni sacar conclusiones. Quizá el consejo que un día le había dado su tío tenga que ver con ello:

“Mira lo que te aconsejo: no te conviertas en un hombre de convicciones, no saques conclusiones, no juzgues y procura ser lo más discreto posible. Y recuerda que la mayor felicidad en la tierra es pensar que has comprendido algo, aunque sea poco, de la vida que te rodea. No comprenderás nada, sólo te parecerá que lo comprendes, y cuando lo recuerdes, pasado el tiempo, comprenderás que lo habías entendido incorrectamente. Es más, al cabo de un año o de dos te convencerás de que te has equivocado por segunda vez. Y así indefinidamente. Y sin embargo, es lo más importante y lo más interesante de esta vida”.

La narración nos devuelve a Rusia, primero a la infancia de Nikolái, después a su adolescencia. De repente nos damos cuenta de que aquel señor que atraviesa la plaza St.Michel hundido en sus pensamientos, era un niño ruso que tenía a un padre que le quería mucho, una madre fría e insimismada, unas habitaciones luminosas y cubiertas de alfombras y paseos por los parques. Y se hace adolescente, lee mucho y estudia, y hace deporte, y es cuando sale Claire. La francesa Claire, a la que al abrir el libro conocimos como una mujer casada, en los recuerdos de Nicolái vuelve a ser una chiquilla de cuyo papel en la vida del protagonista lo sabemos todo no de la novela, aunque de ella también a medida de que vayamos leyendo, sino del mismo epígrafe,

presente en el original, pero omitido en la traducción española.

Es de “Eugenio Oneguin” de Pushkin y dice así:

«Вся жизнь моя была залогом
Свиданья верного с тобой»


(“Toda mi vida fue testigo de una entrevista segura contigo”).


Un libro que merece la pena conocer.


La_profe.