Recuerdos de Anapa, ciudad-balneario en el mar Negro
Publicado: 15 May 2017, 22:10
La ciudad de Anapa está situada a las orillas del mar Negro, la región tiene un buen clima para veranear, y por eso siempre ha sido un balneario muy conocido tanto en la época de los zares, como en la soviética o la de ahora.
Hace unos días estuve ordenando mis archivos Word de los últimos años y borrando lo innecesario y encontré una carpeta con mensajes que me estuvo enviando a diario mi hermana durante el viaje a Anapa que ella y Borís, su marido y administrador de esta página web, hicieron en agosto de 2014.
Volví a leerlos y me pareció una lectura tan interesante que decidí traducirlos todos al español para publicarlos aquí.
24.08.14
"Hola. Ya estamos en el sur. Ahora ya nos iremos a dormir porque el desayuno es a las 9. Lo de las comidas me parece simpático: el desayuno es a las 9, la comida a las 2 y la cena a las 8. Cuelgan un menú a la entrada del comedor. Hoy para cenar había repollo relleno y mijo, y una ensalada. ¡Comí repollo relleno! Encima ya fue después cuando supe que era el repollo eso. También había té y cruasanes con mermelada muy ricos. A ver qué dan mañana para desayunar.
El territorio del hotel es enorme, hay muchos edificios. Nosotros nos alojamos en el edificio principal, el más grande, pero también hay unas casetas pequeñas, con habitaciones más económicas. Hay piscinas, tres: la infantil, la mediana y la grande. Aún no nos hemos metido en ellas. Hay parques infantiles de todo tipo, ¡y hemos encontrado mesas de billiard!
Pero en cuanto al mar, está horrible… El agua está fría, hay muchas medusas y huele a pescado. No sé por qué será. ¿Puede que sea algo temporal?...
Por la tarde hemos ido a la calle principal donde hay diversión y todo eso. Hemos pasado un rato en una terraza, pero ya empezaba a hacer frío. Pedimos ensaladilla rusa y cerveza, y también un guiso de carne con patatas en un cuenco de arcilla. Lo estuvimos esperando todo un buen rato, la ensaladilla era casi toda mayonesa… En la cafetería había música en directo, canciones conocidas, todas sobre “nuestro sur” y “nuestro mar Negro”… Y es así en todas partes, vayas donde vayas. Mientras volvíamos al hotel, me di cuenta de lo oscuras que eran las calles por la noche. ¡No se veía nada!"
25.08.14
"Buenas. Por la mañana fuimos a desayunar. Para desayunar había kasha de sémola, macarrones con salchichas, sándwiches de caviar y café o té para elegir. Yo sólo me comí un sándwich. A las 9 de la mañana es imposible comer más…
Luego fuimos a la propia ciudad de Anapa en un minibús. Los minibuses de aquí dan aún más miedo que los nuestros. Y a la gente no le importa que no queden asientos libres, sube igual. Parece que tienen problemas con el transporte público. Cuando en el bús quedaban sólo dos plazas libres, subieron unas seis personas más. Además, mira, qué gracioso: cuando luego algunos pasajeros bajaron y éstos últimos se pudieron sentar, apareció más gente dispuesta a viajar de pie, y estos les dijeron que por qué subían si no había sitio…
En Anapa fuimos a la playa y luego dimos un paseo por la orilla del mar. Encontramos lugares muy bonitos. Hasta pensamos que habría sido más interesante si nos hubieramos alojado allí, ya verás las fotos. Pero nos alejamos tanto de todo que el minibús nuestro ya no iba hasta allí y tuvimos que coger otro antes y llegamos tarde para la comida. Una pena, porque daban vino.
Tuvimos que ir a comer a aquella calle donde estuvimos ayer. Encontramos una cafetería con el nombre de “Comedor” ("Столовая" en ruso), y eso resultó ser: un triste comedor. Pedimos dos sopas borsch frías (sobre la sopa borsch se puede leer aquí: viewtopic.php?f=14&t=230#p793), pelmeni y pimientos rellenos. Malísimo todo. Pero qué le vas a hacer. Luego compramos helado y cerveza y fuimos a la playa. El agua estaba más fría todavía. Estaba helada, como aquella que sale del grifo, sólo pude meterme hasta las rodillas. No se baña casi nadie.
Nos vamos a cenar. Tiene que haber patatas.
Pues sí, había patatas con una especie de carne, un buen plato de patatas. Y también una ensalada súper extraña de remolacha, guisantes y pescado ahumado. Y un bollo dulce con semillas de amapola.
Ahora hemos ido a ver la puesta del sol. Ayer no llegamos a tiempo. La puesta del sol empieza más o menos a las ocho, igual que la cena. Hemos tenido que ir corriendo todo el rato y cuando por fin hemos llegado, la mitad del sol ya estaba en el mar. ¡Pero qué bonito! Hemos hecho fotos, pero no creo que se vea igual.
Luego hemos ido de nuevo a la calle principal con sus cafeterías. Hemos estado en una cafetería ambientada a lo marino. Los camareros vestidos de marineros, todo lleno de barcos y todas esas cosas… Y otra vez las mismas canciones para las masas y bastante mal interpretadas. Hemos tomado dos cócteles sunrise y helado con frutas. Otra vez hemos tenido que volver al hotel en la oscuridad total. Hemos visto un murciélago, vamos, creo que lo era. Otra cosa interesante de las de aquí: a los menores de 18 años no se les permite andar por la calle despues de las diez de la noche. ¡Los policías lo vigilan! Vimos como una señora con uniforme paró a unos adolescentes.
Mañana más".
26.08.14
"Las noches son frías, pero no hay mantas, sólo la sábana y la colcha. Para el desayuno había de nuevo kasha, macarrones con embutido y un dulce lácteo. Después de desayunar fuimos a la piscina a tomar el sol, pero hacía aire y estaba desagradable. Luego fuimos a la playa. El mar está frío… Pero hoy parece que está mejor y no hay medusas. No nos bañamos hoy tampoco.
Para comer había solianka, una ensalada de verduras y… madre mía… ¡puré de guisantes con hígado! El puré de guisantes a la vista parece ser igualito que el de patata, pero empiezas a comer y encuentras un sabor muy extraño… Vamos, que no lo pude comer. También había compota de pasas y vino tinto, dulce. ¡Ah! ¡Y melón!
Después de comer fuimos a la piscina, apenas había gente. Seguro que todos se quedaron llenos y se metieron en las habitaciones. La temperatura del agua en la piscina es de 21 grados, se nota bastante frío al entrar, pero nos metimos igual. Luego estuve tomando el sol y por supuesto que me quemé, pero parece que no mucho. Ahora dirás que había que darse crema, claro. Pero en las normas de la piscina pone que no se permite utilizar crema de sol. ¡Toma!
Por la tarde fuimos a dar un paseo y volvimos para la hora de cenar. Para cenar había albóndigas con mijo, empanada de requesón y pepinos salados. Vimos la puesta del sol. Cuando se mete el sol, de repente se nota mucho frío en la calle.
Un detalle curioso. Todas las cafeterías llevan nombre de “comedores”, incluso aquellas que tienen servicio de camareros y música en vivo (se puede leer aquí sobre este tipo de cafeterías: viewtopic.php?f=18&t=30) . Estuvimos pensando por qué puede ser. Yo creo que es porque la gente que viene de vacaciones a Anapa es aquella que en sus ciudades no va a cafeterías de ningún tipo, ni mucho menos a restaurantes. Vienen aquí y ven un “comedor”. Y un “comedor” es algo muy sencillo, muy soviético. ¿Qué peligro hay? Ninguno. Un comedor es algo que cualquiera se puede permitir. Aunque quizá haya alguna otra razón, no sé.
Y por supuesto que la gente que vive aquí intenta hacer dinero con cualquier cosa. En una esquina había un chico vestido de spiderman ( se veía que el traje era barato, de los “made en China”) que invitaba a la gente a hacerse fotos con él. ¡Y la gente se animaba! También hay mucha gente que ofrece hacer fotos con todo tipo de animales. Hay águilas, loros y hasta había un cachorro de león, pequeño y desgraciado. La gente se siente atraída por todo, cosa que me sorprende.
Estoy pensando en comprarte algún recuerdo, pero es difícil encontrar algo que no sea demasiado vulgar. Hay tazas con el mapa de la región, hay pañuelos que ponen “Anapa”, camisetas y pulseras de conchas. Me gustaron las tazas, pero no sé si te hace falta, ¿quién no tiene montones de tazas en casa? Ya miraré.
Ahora tomaremos un té. Es que tenemos aquí una tetera".
/continuará/
La_profe.
Hace unos días estuve ordenando mis archivos Word de los últimos años y borrando lo innecesario y encontré una carpeta con mensajes que me estuvo enviando a diario mi hermana durante el viaje a Anapa que ella y Borís, su marido y administrador de esta página web, hicieron en agosto de 2014.
Volví a leerlos y me pareció una lectura tan interesante que decidí traducirlos todos al español para publicarlos aquí.
24.08.14
"Hola. Ya estamos en el sur. Ahora ya nos iremos a dormir porque el desayuno es a las 9. Lo de las comidas me parece simpático: el desayuno es a las 9, la comida a las 2 y la cena a las 8. Cuelgan un menú a la entrada del comedor. Hoy para cenar había repollo relleno y mijo, y una ensalada. ¡Comí repollo relleno! Encima ya fue después cuando supe que era el repollo eso. También había té y cruasanes con mermelada muy ricos. A ver qué dan mañana para desayunar.
El territorio del hotel es enorme, hay muchos edificios. Nosotros nos alojamos en el edificio principal, el más grande, pero también hay unas casetas pequeñas, con habitaciones más económicas. Hay piscinas, tres: la infantil, la mediana y la grande. Aún no nos hemos metido en ellas. Hay parques infantiles de todo tipo, ¡y hemos encontrado mesas de billiard!
Pero en cuanto al mar, está horrible… El agua está fría, hay muchas medusas y huele a pescado. No sé por qué será. ¿Puede que sea algo temporal?...
Por la tarde hemos ido a la calle principal donde hay diversión y todo eso. Hemos pasado un rato en una terraza, pero ya empezaba a hacer frío. Pedimos ensaladilla rusa y cerveza, y también un guiso de carne con patatas en un cuenco de arcilla. Lo estuvimos esperando todo un buen rato, la ensaladilla era casi toda mayonesa… En la cafetería había música en directo, canciones conocidas, todas sobre “nuestro sur” y “nuestro mar Negro”… Y es así en todas partes, vayas donde vayas. Mientras volvíamos al hotel, me di cuenta de lo oscuras que eran las calles por la noche. ¡No se veía nada!"
25.08.14
"Buenas. Por la mañana fuimos a desayunar. Para desayunar había kasha de sémola, macarrones con salchichas, sándwiches de caviar y café o té para elegir. Yo sólo me comí un sándwich. A las 9 de la mañana es imposible comer más…
Luego fuimos a la propia ciudad de Anapa en un minibús. Los minibuses de aquí dan aún más miedo que los nuestros. Y a la gente no le importa que no queden asientos libres, sube igual. Parece que tienen problemas con el transporte público. Cuando en el bús quedaban sólo dos plazas libres, subieron unas seis personas más. Además, mira, qué gracioso: cuando luego algunos pasajeros bajaron y éstos últimos se pudieron sentar, apareció más gente dispuesta a viajar de pie, y estos les dijeron que por qué subían si no había sitio…
En Anapa fuimos a la playa y luego dimos un paseo por la orilla del mar. Encontramos lugares muy bonitos. Hasta pensamos que habría sido más interesante si nos hubieramos alojado allí, ya verás las fotos. Pero nos alejamos tanto de todo que el minibús nuestro ya no iba hasta allí y tuvimos que coger otro antes y llegamos tarde para la comida. Una pena, porque daban vino.
Tuvimos que ir a comer a aquella calle donde estuvimos ayer. Encontramos una cafetería con el nombre de “Comedor” ("Столовая" en ruso), y eso resultó ser: un triste comedor. Pedimos dos sopas borsch frías (sobre la sopa borsch se puede leer aquí: viewtopic.php?f=14&t=230#p793), pelmeni y pimientos rellenos. Malísimo todo. Pero qué le vas a hacer. Luego compramos helado y cerveza y fuimos a la playa. El agua estaba más fría todavía. Estaba helada, como aquella que sale del grifo, sólo pude meterme hasta las rodillas. No se baña casi nadie.
Nos vamos a cenar. Tiene que haber patatas.
Pues sí, había patatas con una especie de carne, un buen plato de patatas. Y también una ensalada súper extraña de remolacha, guisantes y pescado ahumado. Y un bollo dulce con semillas de amapola.
Ahora hemos ido a ver la puesta del sol. Ayer no llegamos a tiempo. La puesta del sol empieza más o menos a las ocho, igual que la cena. Hemos tenido que ir corriendo todo el rato y cuando por fin hemos llegado, la mitad del sol ya estaba en el mar. ¡Pero qué bonito! Hemos hecho fotos, pero no creo que se vea igual.
Luego hemos ido de nuevo a la calle principal con sus cafeterías. Hemos estado en una cafetería ambientada a lo marino. Los camareros vestidos de marineros, todo lleno de barcos y todas esas cosas… Y otra vez las mismas canciones para las masas y bastante mal interpretadas. Hemos tomado dos cócteles sunrise y helado con frutas. Otra vez hemos tenido que volver al hotel en la oscuridad total. Hemos visto un murciélago, vamos, creo que lo era. Otra cosa interesante de las de aquí: a los menores de 18 años no se les permite andar por la calle despues de las diez de la noche. ¡Los policías lo vigilan! Vimos como una señora con uniforme paró a unos adolescentes.
Mañana más".
26.08.14
"Las noches son frías, pero no hay mantas, sólo la sábana y la colcha. Para el desayuno había de nuevo kasha, macarrones con embutido y un dulce lácteo. Después de desayunar fuimos a la piscina a tomar el sol, pero hacía aire y estaba desagradable. Luego fuimos a la playa. El mar está frío… Pero hoy parece que está mejor y no hay medusas. No nos bañamos hoy tampoco.
Para comer había solianka, una ensalada de verduras y… madre mía… ¡puré de guisantes con hígado! El puré de guisantes a la vista parece ser igualito que el de patata, pero empiezas a comer y encuentras un sabor muy extraño… Vamos, que no lo pude comer. También había compota de pasas y vino tinto, dulce. ¡Ah! ¡Y melón!
Después de comer fuimos a la piscina, apenas había gente. Seguro que todos se quedaron llenos y se metieron en las habitaciones. La temperatura del agua en la piscina es de 21 grados, se nota bastante frío al entrar, pero nos metimos igual. Luego estuve tomando el sol y por supuesto que me quemé, pero parece que no mucho. Ahora dirás que había que darse crema, claro. Pero en las normas de la piscina pone que no se permite utilizar crema de sol. ¡Toma!
Por la tarde fuimos a dar un paseo y volvimos para la hora de cenar. Para cenar había albóndigas con mijo, empanada de requesón y pepinos salados. Vimos la puesta del sol. Cuando se mete el sol, de repente se nota mucho frío en la calle.
Un detalle curioso. Todas las cafeterías llevan nombre de “comedores”, incluso aquellas que tienen servicio de camareros y música en vivo (se puede leer aquí sobre este tipo de cafeterías: viewtopic.php?f=18&t=30) . Estuvimos pensando por qué puede ser. Yo creo que es porque la gente que viene de vacaciones a Anapa es aquella que en sus ciudades no va a cafeterías de ningún tipo, ni mucho menos a restaurantes. Vienen aquí y ven un “comedor”. Y un “comedor” es algo muy sencillo, muy soviético. ¿Qué peligro hay? Ninguno. Un comedor es algo que cualquiera se puede permitir. Aunque quizá haya alguna otra razón, no sé.
Y por supuesto que la gente que vive aquí intenta hacer dinero con cualquier cosa. En una esquina había un chico vestido de spiderman ( se veía que el traje era barato, de los “made en China”) que invitaba a la gente a hacerse fotos con él. ¡Y la gente se animaba! También hay mucha gente que ofrece hacer fotos con todo tipo de animales. Hay águilas, loros y hasta había un cachorro de león, pequeño y desgraciado. La gente se siente atraída por todo, cosa que me sorprende.
Estoy pensando en comprarte algún recuerdo, pero es difícil encontrar algo que no sea demasiado vulgar. Hay tazas con el mapa de la región, hay pañuelos que ponen “Anapa”, camisetas y pulseras de conchas. Me gustaron las tazas, pero no sé si te hace falta, ¿quién no tiene montones de tazas en casa? Ya miraré.
Ahora tomaremos un té. Es que tenemos aquí una tetera".
/continuará/
La_profe.