1. No hay persianas en las ventanas. Puede haber persianas finas de plástico blanco en las oficinas, pero nunca en las casas y mucho menos de madera. Cuando llega la noche, la gente corre las cortinas o suele dejar la ventana tal y como está si el piso es alto. Por la noche los edificios se ven llenos de luces porque los iluminan las ventanas.


2. La gente está acostumbrada a beber refrescos y cerveza por la calle. Esto pasa porque todavía apenas hay cafeterías en los barrios dormitorios, y esto obliga a la gente a comprar latas y botellines en las tiendas y tomarlos donde sea. También así es más barato.


3. Todos los comercios están abiertos los domingos. Igual que cualquier día laboral. No hay ningún domingo del año en el que no abran. Lo mismo pasa con los festivos: todo está abierto.


4. Los comercios no cierran a mediodía.


5. Hay muchos comercios (y también farmacias) que abren 24 horas.


6. Los espectáculos y los conciertos empiezan a las 19 horas.


7. Los cines tienen sesiones seguidas a partir de las 10 de la mañana y hasta las 2 de la madrugada.


8. Los restaurantes abren a las 12 y no cierran hasta medianoche. Se puede comer o cenar a cualquier hora.


9. Apenas hay hombres de tercera edad. No viven tanto. Muchos no llegan ni a la edad de jubilación.


10. Las señoras mayores no salen mucho de casa. No van a tomar algo con sus amigas, ni a jugar a las cartas, ni a dar paseos. En verano suelen sentarse juntas y charlar en algún banco delante de la casa o en el patio, y en invierno sólo salen a hacer algún recado y vuelven.


11. La gente no toma mucho café: prefiere té. Los que toman café, lo hacen por la mañana, tomando su desayuno, y el resto del día ya toman té. La gente mayor no está acostumbrada al café y no lo toma nunca, incluyendo el descafeinado. Toma té. La gente que pide un café en una cafetería suele ser gente joven y sofisticada. Fuera de casa toman un café algo rebuscado: un latte, un glacé, etc. Como mínimo, un cappuccino.


12. En las cafeterías nunca dan tapas gratis. Ni cacahuetes para la cerveza, ni galletas para el café.


13. No se tiran las servilletas al suelo en las cafeterías. Nunca se ha visto en ningún bar.


14. Las cafeterías no tienen barra. Tal vez alguna cervecería al estilo irlandés. Pero no es típico.


15. La gente que está en el paro y tiene coche, trabaja de taxista con su propio coche. Acude a los sitios donde la gente suele coger taxis, la lleva y cobra. Es ilegal pero nadie dice nada.


16. Los niños van al colegio con 7 años. Hasta entonces están en casa o van a la guardería.


17. La mejor forma de pasar el domingo es ir de compras a un centro comercial. De esos que tienen tiendas, restaurantes, cines y más cosas.


18. No se toma nada antes de comer. Nada de copas antes de ir a un restaurante.


19. Hay muchos sitios donde se come sushi y otra comida típica japonesa. La gente rusa la adora. Yo no. Seré rara.


20. La gente no suele sonreír ni saludarte en los sitios públicos. A nadie se le ocurriría saludar al otro en un ascensor.


21. No hay jornadas partidas. Un día laboral para la mayoría de la gente empieza a las 8 (9) de la mañana y termina a las 5 (6) de la tarde.


22. En los colegios no hay clases por la tarde. ¡Yupi! Las clases empiezan a las 8.30 (9) horas y terminan a las 14 (15) horas. Después cada uno hace lo que quiere. O lo que quieren sus padres.


23. El primer plato, tanto en casa como en un restaurante, suele ser una sopa. No es un caldo con fideos, sino una sopa hecha y derecha que lleva muchas cosas: zanahoria, patata y más verduras, fideos o arroz, trozos de carne, pollo o pescado, etc.


24. El calzado y la ropa de la calle se deja en el recibidor donde siempre hay un perchero y un sitio para los zapatos. Los huéspedes también se quitan el calzado y se les ofrecen zapatillas que se guardan especialmente para las visitas.


25. No hay “planta baja”. Lo que en España se llama “planta baja” en Rusia es “primera planta”.


26. El vodka no se toma después de comer. De hecho mucha gente come con vodka. Y cada chupito se toma de un trago.


27. El primer día del colegio los alumnos les regalan flores a los profesores. Y siempre es el 1 de septiembre.


28. El postre y el café se toman juntos. Bueno, suele ser el postre y el té. Nunca se come un pastel y un helado y luego un café o un té. Se toma todo junto.


29. En invierno nadie lleva gafas de sol. Las gafas de sol sólo se llevan en verano cuando hace mucho sol. Y si una persona las lleva en invierno, será que le pasa algo con la vista.


30. Cuando nieva, la gente no saca el paraguas. Los paraguas son para las lluvias. Si nieva, la gente se pone gorros, capuchas, etc.


31. En las comidas con vino nadie lo toma cuando quiere. Si te apetece llenarte la copa y beber, tienes que proponer un brindis, y no solamente decir un “chin chin” sino levantarte y desear a los demás salud, felicidad, prosperidad o lo que sea, pero teniendo en cuenta lo que ya se había propuesto antes por los demás para no repetir lo mismo. El que a la hora de brindar sepa ser locuaz y gracioso, siempre queda bien.


32. Los hombres siempre se saludan dándose la mano. Tanto si se vieron el día anterior que si fue hace años.


33. No se dan besos a la hora de saludar. Sólo se besan los familiares que estuvieron mucho tiempo sin verse. Y los enamorados.


34. Las colas siempre se forman en fila. Una persona se coloca detrás de la otra, sin apenas un espacio entre ellas. No existe otro tipo de cola en Rusia.


35. Los regalos navideños se dan el día 31 de diciembre. Es la fiesta más importante del año. La navidad, que es el día 6 de enero, se celebra apenas.

20. La gente no suele sonreír ni saludarte en los sitios públicos. A nadie se le ocurriría saludar al otro en un ascensor.

Ni modo, ahora entiendo por qué mi abuela era tan "seca". Pero en serio, me parece de lo más extraño e imposible de creer. Pensar que en mi país, saludamos hasta a los perros de la calle
Pregunta: Si un extranjero está "perdido" y nadie hace contacto ni con sonrisa ni mediante saludo... ¿cómo encara a un ruso para pedir ayuda? ¡Imposible!

Pero en serio, me parece de lo más extraño e imposible de creer.

Bueno, que sea álgo muy normal y hasta habitual no quiere decir que la gente sea así de arisca. Sólo es que no hay tradición de saludar a la gente desconocida con la que no vas a tener que tratar. Por ejemplo, si uno entra en una consulta de algo y hay más gente esperando (por ejemplo, donde el dentista, el notario, etc.), saludará a la secretaria y no a la gente que está esperando en la cola. Lo mismo pasa con el ascensor en un sitio público, el autobús, etc.

En cuanto a la gente que uno encuentra por la calle, es distinto, seguro que estarán encantados de poder ayudar a un turista que además habla su idioma. Pero estoy hablando de los transeúntes, no de los dependientes, cajeros, policías y otros que muchas veces están hartos de la gente y de su trabajo y no sólo no te sonríen sino que notas el desprecio que te tienen. A mí esto me mata. Si hay algo que no me gusta de Rusia, es precisamente esto. Menos mal que ahora hay cada vez menos gente así, era algo muy típico en la URSS y ahora las cosas cambian. Las últimas veces que estuve en San Petersburgo me sorprendí al ver que en las cafeterías me saludaban nada más entrar y se despedían de mí cuando salía, y en las tiendas también me sonreían dispuestos a ayudar. Hace unos 10 años aún no se veía nada de eso.

Wow!