Sofía Casanova "El doctor Wolski"
Publicado: 28 Oct 2013, 08:35
Sofía Casanova "El doctor Wolski"
"El mejor tiempo de la vida es el tiempo en que se espera la felicidad"
"los pepinos (indispensables en toda mesa rusa)"
"La pietchka, la estufa, empotrada en el muro, esparcía ese agradable calor que hace olvidar en los hogares del Norte el espantoso frío de las calles".
"El dolor es el único Dios que rige el mundo"
"El hombre sabe que debe trabajar, y en la seguridad de sus fuerzas y de su deber halla la compensación de esas insignificantes mortificaciones que tanto te preocupan".
"...los rusos o los polacos que en Rusia viven, el azúcar y el te, que en grandísima cantidad consumen,..."
"En Rusia hay casi tantos templos como casas..."
"... como ha nacido en Siberia, no siente el frío de aquí..."
"Pero volvamos a los salvajes, y suponiendo que, instruidos y deseosos de gozar los bienes del hombre civilizado, se encaminasen a las ciudades las hordas de indios, árabes, chirimyses y demás canallas que viven en los desiertos, en las pampas y en los bosques, dígame usted, ¿qué se haría de ellos, y qué se les daría de comer si para cada empleo hay mil aspirantes...?"
Hace dos semanas un alumno mío, escritor y también editor, me habló de Sofía Casanova, una autora que hasta ahora no conocía, y me trajo dos de sus libros. Ya he terminado de leer uno de ellos: "El doctor Wolski".
Sofía Casanova (1861-1958) fue una escritora de origen gallego que de joven se casó con un polaco y dejó su España natal para ir a vivir en Polonia. Su marido era diplomático y con él viajó por muchos países incluida la Rusia zarista de antes de la Revolución de la que luego escribió varios libros.
La novela "El doctor Wolski" no es sobre Rusia, pero está ambientada en la ciudad rusa de Kazán, grande y multiétnica (viven allí los rusos, los tártaros, los ucranianos, los chuvasios, etc.). Los protagonistas son casi todos polacos desterrados durante una revolución que hubo en Polonia a mediados del siglo XIX. Como la situación política de Polonia en aquella época la desconozco por completo, tengo que admitir que algunas cosas importantes para la autora y significativas en la novela a mí no me dicen nada. Pero el resto de la narración, es decir, todo lo que no tiene nada que ver con la política, es capaz de cautivar a cualquier lector. La novela me recordó los libros de Goncharov, de Herzen y hasta de Dostoievski, aunque en cuanto a la obra de Casanova, se nota en sus páginas algo muy femenino en la manera de describir el ambiente, en la forma de hablar de los personajes, en la misma melodía anticuada del texto.
El protagonista es un joven doctor que tiene unas ideas y unos principios muy claros (¿cómo no recordar a Dostoievski y “la idea” de Raskólnikov o la del Adolescente?) La gran idea del doctor optimista Wolski se basa en la posibilidad de mejorar la especie humana, de hacer que ésta sea más sana y tenga mejor calidad de vida, y que los polacos de mañana sean muy superiores a sus antepasados. Él mismo, un médico obsesionado, piensa ser un ejemplo para los demás, quiere casarse con una mujer sana y fuerte y tener unos hijos perfectos que nazcan y crezcan en un hogar higiénico y lleno de amor. Quiere dedicar la vida al trabajo (tener su propio hospital para la gente pobre) y a la familia. Estos son sus objetivos, esto es lo que quiere lograr.
Pero su amigo fiel Iwan Iwanowich, un ruso pesimista a más no poder, le dice que por muy atractivas que sean las ideas de uno, el mundo no funciona así, y que el dueño de todo es el dolor que alcanza a todos y al que nadie puede evitar.
¿Quién tiene razón? ¿Wolski o su amigo? Esta es una de las preguntas que se hace el lector (porque la idea de Wolski no es la única idea de la novela) y con las ganas de saber la respuesta lee la novela en tres días.
Después de haber leído este libro abrí la Wikipedia para buscar información sobre Sofía Casanova. Los materiales en la enciclopedia virtual vienen en tres idiomas: en español, en gallego y en polaco. La página en ruso no existe y tampoco he podido encontrar traducciones de sus libros a mi idioma. ¿Es posible que aún no las haya?
Por último, ya que el objetivo de esta página web es compartir conocimientos sobre el idioma ruso, quiero mencionar aquí una parte muy interesante del libro de Sofía Casanova: las palabras rusas insertadas en el texto español. Son los así llamados exotismos que los escritores utilizan para ayudarle al lector a sentir el ambiente del país en el que se sitúan sus personajes.
Las palabras rusas que figuran en el texto y que la autora (una estudiante de ruso en su época) transcribió a la manera polaca (con las –w polacas, igual que los nombres propios de los personajes) adornan las páginas de su novela (y hasta diría que se abusó de ellas, tan prescindibles las encuentro). Podemos ver que al escribirlas la escritora se guió por el sonido más que por la ortografía original, lo que nos hace pensar que estuvo aprendiendo el ruso sobre todo al oído. Lo curioso es que las mismas palabras se han escrito de distintas maneras a lo largo del texto, voy a poner ejemplos.
Es en estas palabras rusas escritas en castellano con un toque polaco donde se ve lo que era Sofía Casanova, una mujer inteligente del siglo XIX con doble identidad: la española (gallega) y la polaca.
piroshki («пирожки») – empanadillas de distintos rellenos (carne, pescado, setas, repollo, bayas, etc.)
iswoschik (que también aparece en otras páginas escrito como “izwostchik” y hasta “swostchik”) es «извозчик», el conductor de un carro a caballos, un transporte de las ciudades rusas.
walenki (que también aparece en otras páginas escrito como “walenkis”) son «валенки» – calzado de invierno.
kwas («квас») - una bebida refrescante hecha a base de pan.
pirog («пирог») - una empanada.
kumys («кумыс») - un producto lácteo que se elabora con leche de yegua.
shchi («щи») - una sopa de repollo con carne y patatas.
kibitka («кибитка») - un carro o un trineo tirado por caballos. Palabra antigua.
samowar («самовар») ("la dorada samowar", por alguna razón puesta con un adjetivo femenino) - un recipiente metalico para preparar y servir el té. Palabra antigua, ahora apenas se encuentran los samovar en las casas rusas.
sarafan («сарафан») - un vestido largo sin mangas. La palabra sarafán existe en el idioma moderno a pesar de que el mismo objeto haya cambiado mucho.
piets («печь») - una estufa.
mujiks («мужики») - los campesinos. La palabra existe en el idioma moderno, pero cambió de significado. Ahora así es como se les llama así los hombres de manera muy familiar.
papiroska («папироска») - un cigarro en papel arroz con menos cantidad de tabaco que un cigarro normal.
staro wiery (por alguna razón se escribió por separado) son «староверы» o los cristianos rusos que no aceptaron los cambios en los canones eclesiásticos de la reforma de 1654.
estara («старая») - vieja
nova («новая») - nueva
Kreml («Кремль») - el Kremlin
rinek («рынок») - el mercado
siebruga («севрюга») - esturión del Volga.
acetrina («осетрина») - esturión.
siemgi («сёмга») - salmón
icra («икра») - caviar
snitki («снетки») - un pez pequeño del Volga.
shtshuki («шука») - lucio
spasiwo (“спасибо») - gracias
pieteka («печка») - estufa
"El mejor tiempo de la vida es el tiempo en que se espera la felicidad"
"los pepinos (indispensables en toda mesa rusa)"
"La pietchka, la estufa, empotrada en el muro, esparcía ese agradable calor que hace olvidar en los hogares del Norte el espantoso frío de las calles".
"El dolor es el único Dios que rige el mundo"
"El hombre sabe que debe trabajar, y en la seguridad de sus fuerzas y de su deber halla la compensación de esas insignificantes mortificaciones que tanto te preocupan".
"...los rusos o los polacos que en Rusia viven, el azúcar y el te, que en grandísima cantidad consumen,..."
"En Rusia hay casi tantos templos como casas..."
"... como ha nacido en Siberia, no siente el frío de aquí..."
"Pero volvamos a los salvajes, y suponiendo que, instruidos y deseosos de gozar los bienes del hombre civilizado, se encaminasen a las ciudades las hordas de indios, árabes, chirimyses y demás canallas que viven en los desiertos, en las pampas y en los bosques, dígame usted, ¿qué se haría de ellos, y qué se les daría de comer si para cada empleo hay mil aspirantes...?"
Hace dos semanas un alumno mío, escritor y también editor, me habló de Sofía Casanova, una autora que hasta ahora no conocía, y me trajo dos de sus libros. Ya he terminado de leer uno de ellos: "El doctor Wolski".
Sofía Casanova (1861-1958) fue una escritora de origen gallego que de joven se casó con un polaco y dejó su España natal para ir a vivir en Polonia. Su marido era diplomático y con él viajó por muchos países incluida la Rusia zarista de antes de la Revolución de la que luego escribió varios libros.
La novela "El doctor Wolski" no es sobre Rusia, pero está ambientada en la ciudad rusa de Kazán, grande y multiétnica (viven allí los rusos, los tártaros, los ucranianos, los chuvasios, etc.). Los protagonistas son casi todos polacos desterrados durante una revolución que hubo en Polonia a mediados del siglo XIX. Como la situación política de Polonia en aquella época la desconozco por completo, tengo que admitir que algunas cosas importantes para la autora y significativas en la novela a mí no me dicen nada. Pero el resto de la narración, es decir, todo lo que no tiene nada que ver con la política, es capaz de cautivar a cualquier lector. La novela me recordó los libros de Goncharov, de Herzen y hasta de Dostoievski, aunque en cuanto a la obra de Casanova, se nota en sus páginas algo muy femenino en la manera de describir el ambiente, en la forma de hablar de los personajes, en la misma melodía anticuada del texto.
El protagonista es un joven doctor que tiene unas ideas y unos principios muy claros (¿cómo no recordar a Dostoievski y “la idea” de Raskólnikov o la del Adolescente?) La gran idea del doctor optimista Wolski se basa en la posibilidad de mejorar la especie humana, de hacer que ésta sea más sana y tenga mejor calidad de vida, y que los polacos de mañana sean muy superiores a sus antepasados. Él mismo, un médico obsesionado, piensa ser un ejemplo para los demás, quiere casarse con una mujer sana y fuerte y tener unos hijos perfectos que nazcan y crezcan en un hogar higiénico y lleno de amor. Quiere dedicar la vida al trabajo (tener su propio hospital para la gente pobre) y a la familia. Estos son sus objetivos, esto es lo que quiere lograr.
Pero su amigo fiel Iwan Iwanowich, un ruso pesimista a más no poder, le dice que por muy atractivas que sean las ideas de uno, el mundo no funciona así, y que el dueño de todo es el dolor que alcanza a todos y al que nadie puede evitar.
¿Quién tiene razón? ¿Wolski o su amigo? Esta es una de las preguntas que se hace el lector (porque la idea de Wolski no es la única idea de la novela) y con las ganas de saber la respuesta lee la novela en tres días.
Después de haber leído este libro abrí la Wikipedia para buscar información sobre Sofía Casanova. Los materiales en la enciclopedia virtual vienen en tres idiomas: en español, en gallego y en polaco. La página en ruso no existe y tampoco he podido encontrar traducciones de sus libros a mi idioma. ¿Es posible que aún no las haya?
Por último, ya que el objetivo de esta página web es compartir conocimientos sobre el idioma ruso, quiero mencionar aquí una parte muy interesante del libro de Sofía Casanova: las palabras rusas insertadas en el texto español. Son los así llamados exotismos que los escritores utilizan para ayudarle al lector a sentir el ambiente del país en el que se sitúan sus personajes.
Las palabras rusas que figuran en el texto y que la autora (una estudiante de ruso en su época) transcribió a la manera polaca (con las –w polacas, igual que los nombres propios de los personajes) adornan las páginas de su novela (y hasta diría que se abusó de ellas, tan prescindibles las encuentro). Podemos ver que al escribirlas la escritora se guió por el sonido más que por la ortografía original, lo que nos hace pensar que estuvo aprendiendo el ruso sobre todo al oído. Lo curioso es que las mismas palabras se han escrito de distintas maneras a lo largo del texto, voy a poner ejemplos.
Es en estas palabras rusas escritas en castellano con un toque polaco donde se ve lo que era Sofía Casanova, una mujer inteligente del siglo XIX con doble identidad: la española (gallega) y la polaca.
piroshki («пирожки») – empanadillas de distintos rellenos (carne, pescado, setas, repollo, bayas, etc.)
iswoschik (que también aparece en otras páginas escrito como “izwostchik” y hasta “swostchik”) es «извозчик», el conductor de un carro a caballos, un transporte de las ciudades rusas.
walenki (que también aparece en otras páginas escrito como “walenkis”) son «валенки» – calzado de invierno.
kwas («квас») - una bebida refrescante hecha a base de pan.
pirog («пирог») - una empanada.
kumys («кумыс») - un producto lácteo que se elabora con leche de yegua.
shchi («щи») - una sopa de repollo con carne y patatas.
kibitka («кибитка») - un carro o un trineo tirado por caballos. Palabra antigua.
samowar («самовар») ("la dorada samowar", por alguna razón puesta con un adjetivo femenino) - un recipiente metalico para preparar y servir el té. Palabra antigua, ahora apenas se encuentran los samovar en las casas rusas.
sarafan («сарафан») - un vestido largo sin mangas. La palabra sarafán existe en el idioma moderno a pesar de que el mismo objeto haya cambiado mucho.
piets («печь») - una estufa.
mujiks («мужики») - los campesinos. La palabra existe en el idioma moderno, pero cambió de significado. Ahora así es como se les llama así los hombres de manera muy familiar.
papiroska («папироска») - un cigarro en papel arroz con menos cantidad de tabaco que un cigarro normal.
staro wiery (por alguna razón se escribió por separado) son «староверы» o los cristianos rusos que no aceptaron los cambios en los canones eclesiásticos de la reforma de 1654.
estara («старая») - vieja
nova («новая») - nueva
Kreml («Кремль») - el Kremlin
rinek («рынок») - el mercado
siebruga («севрюга») - esturión del Volga.
acetrina («осетрина») - esturión.
siemgi («сёмга») - salmón
icra («икра») - caviar
snitki («снетки») - un pez pequeño del Volga.
shtshuki («шука») - lucio
spasiwo (“спасибо») - gracias
pieteka («печка») - estufa