"Поехали!" ("Poehali!") de Stanislav y Alla Chernyshov
Publicado: 13 Mar 2017, 13:17
Hola a todos,
Este año he tenido la oportunidad de trabajar con los libros que se titulan «Поехали!» (significa “¡En marcha!” y era lo que dijo el cosmonauta Yuri Gagarin antes del despegue).
Son unos manuales de ruso que se venden por todo el mundo, y en las librerías online su nombre figura como “Poekhali!”, “Poechali!”, “Poejali!” “Poyejali!” y hasta “Let’s go!”
Sus autores, Stanislav y Alla Chernyshov (Станислав и Алла Чернышовы), son filólogos y profesores de idiomas de San Petersburgo, y la editorial “Zlatoust” («Златоуст») que los publica es petersburguesa también y se especializa en los libros de ruso como lengua extranjera.
Los manuales «Поехали!» se publicaron por primera vez a finales de los 90 y han superado decenas de ediciones.
En España se utilizan en los cursos de ruso oficiales, como, por ejemplo, aquellos que ofrecen las EOI de algunas ciudades.
Vienen con CD’s, tienen ejercicios con claves, los acentos están puestos, y en mi opinión son de lo mejor que hay ahora mismo para los estudiantes de ruso adultos.
¿Explicaciones de la gramática? Consulte a su profesor.
Nada más abrir cualquiera de estos libros podemos darnos cuenta de que fueron compuestos para su uso en clase, con un profesor, y es lo que recomiendan sus autores, precisamente.
¿Y si el estudiante es autodidacta? ¿No le sirve?
En los “Поехали!” no vamos a encontrar comentarios de gramática, salvo unas pequeñas tablas aquí y allá, nombres de los casos en inglés y abreviados y un pequeño diccionario al final en el que las palabras rusas vienen traducidas a tres idiomas: el inglés, el alemán y el francés. Quizá para un autodidacta con esto y con los ejemplos que ilustran los temas de gramática no sea suficiente y tenga que recurrir a otros libros de ruso que sí ofrezcan comentarios en su lengua materna.
Pero es lo de menos, porque los «Поехали!» tienen muchas cosas buenas que otros libros no tienen.
Lo bueno y lo malo de los libros de ruso «Поехали!»
Hablaré de los tres libros juntos, porque los estoy utilizando todos a la vez, y la verdad es que su única diferencia es el nivel. Por lo demás son parecidos ya que están compuestos de la misma manera. Valoremos su contenido:
1. El vocabulario: muy bueno.
De todos los libros modernos de ruso que he visto este quizá sea el que más riqueza de vocabulario ofrece. En ningún otro libro he visto palabras como бизнес, грант, легкомысленный, спонсор, непредсказуемый, шизофреник, наркотики, генсек, клонировать, ноутбук, камасутра, секта, фэн-шуй, etc.
De hecho hace unos años hubo polémica entre los diputados del partido Rusia Unida y la dirección de “Zlatoust”: los primeros decían que la imagen de Rusia que salía en estos manuales era totalmente negativa, que el país aparecía como ridículo, etc., y los segundos respondían que el humor que salía en los textos y los ejercicios ayudaría a motivar a los extranjeros a estudiar el idioma. Hasta ahora no hubo ningún juicio, todos en paz.
Además del vocabulario propio del idioma moderno, el lenguaje vivo, los tres libros están repletos de expresiones idiomáticas y coloquiales, refranes, frases de autores célebres y chistes.
2. Los temas de las lecciones: muy buenos.
Los temas como estos no aburren, todo lo contrario, inspiran: “Sobre los gustos no hay nada escrito”, “¿Cómo empezar una vida nueva?”, “Shopping compulsivo”, “Régimen de vida sana”, etc. A los estudiantes inseguros a la hora de hablar les animarán a participar más en la conversación, porque se trata de las cosas de la vida que les preocupan. A los profesores, que, como yo, se ponen a preparar sus clases a última hora del día, les impulsarán a ser más creativos y a inventar ejercicios de comunicación que hagan que las clases sean lo más divertidas y útiles posible.
3. Los textos: bastante buenos.
Muchas veces, al ponerme a elegir un texto para leer en clase, me he sentido como si en vez de un manual de ruso estuviera leyendo alguna revista. ¿Por qué de repente esta sensación? Porque los textos en su mayoría son como artículos de prensa con el lenguaje propio de este tipo de publicaciones (aún así, me imagino que son textos elaborados por los mismos autores del libro). Son informativos, la mayoría son entretenidos, ofrecen un montón de vocabulario que merece la pena, pero...
Bueno, podrían estar mejor escritos. Siento decirlo, pero muchas veces me veo obligada a cambiar algunas construcciones para que las frases sean más melódicas y se lean mejor. Es que me toca leerlas en voz alta y lo que menos quiero es tropezarme aquí y allá.
Otro fallo de los textos: muchos de ellos son demasiado largos. Lo son hasta para un nativo, y un nativo al menos no tiene que consultar ningún diccionario ni subrayar nada, ni anotar nada con un lápiz a medida que va leyendo.
Los textos tan largos no son cómodos para leer y tampoco son cómodos para los ejercicios de comprensión oral: llegados a los últimos párrafos los alumnos ya no mantienen las misma concentración, cometen más errores y pierden detalles importantes.
4. El diseño: bueno.
A pesar de que siempre me hayan gustado aquellos manuales de idiomas en los que las ilustraciones sean dibujos, en los “Поехали!” me gusta ver la diversidad de imágenes (tanto dibujos como fotografías) que muestran la época de los dos mil. En las fotos salen cantantes, actores y políticos que ahora son bastante más viejos, ordenadores y teléfonos móviles que ahora parecen ya súper antiguos, etc. Es algo muy simpático. Y también es algo que puede ser sujeto de conversación entre el profesor y el alumnado.
Resumen: son libros que ayudan a adquirir buenas nociones de gramática y vocabulario, y aquel que los elija para sus estudios y trabaje con ellos a conciencia, puede estar seguro de llegar a sentirse orgulloso de sus conocimientos. Lo que quizá no consiga es tener sus conocimientos sistematizados, pero esto tiene formas de solución. ¿Cuáles són? Esto debería de ir ya en otro artículo.
La_profe.
Este año he tenido la oportunidad de trabajar con los libros que se titulan «Поехали!» (significa “¡En marcha!” y era lo que dijo el cosmonauta Yuri Gagarin antes del despegue).
Son unos manuales de ruso que se venden por todo el mundo, y en las librerías online su nombre figura como “Poekhali!”, “Poechali!”, “Poejali!” “Poyejali!” y hasta “Let’s go!”
Sus autores, Stanislav y Alla Chernyshov (Станислав и Алла Чернышовы), son filólogos y profesores de idiomas de San Petersburgo, y la editorial “Zlatoust” («Златоуст») que los publica es petersburguesa también y se especializa en los libros de ruso como lengua extranjera.
Los manuales «Поехали!» se publicaron por primera vez a finales de los 90 y han superado decenas de ediciones.
En España se utilizan en los cursos de ruso oficiales, como, por ejemplo, aquellos que ofrecen las EOI de algunas ciudades.
Vienen con CD’s, tienen ejercicios con claves, los acentos están puestos, y en mi opinión son de lo mejor que hay ahora mismo para los estudiantes de ruso adultos.
¿Explicaciones de la gramática? Consulte a su profesor.
Nada más abrir cualquiera de estos libros podemos darnos cuenta de que fueron compuestos para su uso en clase, con un profesor, y es lo que recomiendan sus autores, precisamente.
¿Y si el estudiante es autodidacta? ¿No le sirve?
En los “Поехали!” no vamos a encontrar comentarios de gramática, salvo unas pequeñas tablas aquí y allá, nombres de los casos en inglés y abreviados y un pequeño diccionario al final en el que las palabras rusas vienen traducidas a tres idiomas: el inglés, el alemán y el francés. Quizá para un autodidacta con esto y con los ejemplos que ilustran los temas de gramática no sea suficiente y tenga que recurrir a otros libros de ruso que sí ofrezcan comentarios en su lengua materna.
Pero es lo de menos, porque los «Поехали!» tienen muchas cosas buenas que otros libros no tienen.
Lo bueno y lo malo de los libros de ruso «Поехали!»
Hablaré de los tres libros juntos, porque los estoy utilizando todos a la vez, y la verdad es que su única diferencia es el nivel. Por lo demás son parecidos ya que están compuestos de la misma manera. Valoremos su contenido:
1. El vocabulario: muy bueno.
De todos los libros modernos de ruso que he visto este quizá sea el que más riqueza de vocabulario ofrece. En ningún otro libro he visto palabras como бизнес, грант, легкомысленный, спонсор, непредсказуемый, шизофреник, наркотики, генсек, клонировать, ноутбук, камасутра, секта, фэн-шуй, etc.
De hecho hace unos años hubo polémica entre los diputados del partido Rusia Unida y la dirección de “Zlatoust”: los primeros decían que la imagen de Rusia que salía en estos manuales era totalmente negativa, que el país aparecía como ridículo, etc., y los segundos respondían que el humor que salía en los textos y los ejercicios ayudaría a motivar a los extranjeros a estudiar el idioma. Hasta ahora no hubo ningún juicio, todos en paz.
Además del vocabulario propio del idioma moderno, el lenguaje vivo, los tres libros están repletos de expresiones idiomáticas y coloquiales, refranes, frases de autores célebres y chistes.
2. Los temas de las lecciones: muy buenos.
Los temas como estos no aburren, todo lo contrario, inspiran: “Sobre los gustos no hay nada escrito”, “¿Cómo empezar una vida nueva?”, “Shopping compulsivo”, “Régimen de vida sana”, etc. A los estudiantes inseguros a la hora de hablar les animarán a participar más en la conversación, porque se trata de las cosas de la vida que les preocupan. A los profesores, que, como yo, se ponen a preparar sus clases a última hora del día, les impulsarán a ser más creativos y a inventar ejercicios de comunicación que hagan que las clases sean lo más divertidas y útiles posible.
3. Los textos: bastante buenos.
Muchas veces, al ponerme a elegir un texto para leer en clase, me he sentido como si en vez de un manual de ruso estuviera leyendo alguna revista. ¿Por qué de repente esta sensación? Porque los textos en su mayoría son como artículos de prensa con el lenguaje propio de este tipo de publicaciones (aún así, me imagino que son textos elaborados por los mismos autores del libro). Son informativos, la mayoría son entretenidos, ofrecen un montón de vocabulario que merece la pena, pero...
Bueno, podrían estar mejor escritos. Siento decirlo, pero muchas veces me veo obligada a cambiar algunas construcciones para que las frases sean más melódicas y se lean mejor. Es que me toca leerlas en voz alta y lo que menos quiero es tropezarme aquí y allá.
Otro fallo de los textos: muchos de ellos son demasiado largos. Lo son hasta para un nativo, y un nativo al menos no tiene que consultar ningún diccionario ni subrayar nada, ni anotar nada con un lápiz a medida que va leyendo.
Los textos tan largos no son cómodos para leer y tampoco son cómodos para los ejercicios de comprensión oral: llegados a los últimos párrafos los alumnos ya no mantienen las misma concentración, cometen más errores y pierden detalles importantes.
4. El diseño: bueno.
A pesar de que siempre me hayan gustado aquellos manuales de idiomas en los que las ilustraciones sean dibujos, en los “Поехали!” me gusta ver la diversidad de imágenes (tanto dibujos como fotografías) que muestran la época de los dos mil. En las fotos salen cantantes, actores y políticos que ahora son bastante más viejos, ordenadores y teléfonos móviles que ahora parecen ya súper antiguos, etc. Es algo muy simpático. Y también es algo que puede ser sujeto de conversación entre el profesor y el alumnado.
Resumen: son libros que ayudan a adquirir buenas nociones de gramática y vocabulario, y aquel que los elija para sus estudios y trabaje con ellos a conciencia, puede estar seguro de llegar a sentirse orgulloso de sus conocimientos. Lo que quizá no consiga es tener sus conocimientos sistematizados, pero esto tiene formas de solución. ¿Cuáles són? Esto debería de ir ya en otro artículo.
La_profe.