Quisiera hablaros de una edición curiosa de una revista que hasta ahora no conocía:
La pude hojear hace unas semanas gracias a un alumno mío que la había comprado en El Corte Inglés al ver que los artículos venían en español y en ruso. Tuve que robarle unos minutos a Daniel en clase para fotorgafiar algunas páginas de aquella revista que, a pesar de haberme parecido una idea fantástica de los editores y un verdadero descubrimiento para los estudiantes de ruso, llegó a parecerme un absurdo total cuando empecé a leer los párrafos que venían en ruso:
Nada más abrir una de las páginas ocupadas por la publicidad, me tropecé con un texto plagado de errores de gramática. Parecía ser copiado de la ventana del traductor de Google sin haber sido revisado por ningún nativo, pero conozco bastante bien los errores que puede llegar a tener el famoso traductor online (lástima que no pueda ser mi alumno…) y estos los veía distintos. Aunque tampoco eran errores de un estudiante de ruso. Pero da lo mismo, al fin y al cabo, qué importancia tiene la clase de errores y el nombre del autor de un texto así, lo triste es que habrá gente que estudia ruso y que se pondrá a leer ese texto haciéndose miles de preguntas sobre las construcciones de las frases que, desgraciadamente, no tienen pies ni cabeza…
En cuanto a los artículos que no son publicidad, sino que se pueden y se deben leer en opinión de los editores, se ve que son escritos por gente rusa, pero desde luego, esa gente no tiene mucha idea sobre cómo se debe escribir y qué leyes hay que conocer a la hora de ponerse a editar un artículo. Un estilo malísimo, una pobreza de lenguaje que choca, clichés, lugares comunes, etc.
En la nota de los editores que ocupa una página entera se dice que este número “tan especial” (ni tanto…) se presentará en el Salón de Muebles de Moscú. Me imagino lo que se van a reír los moscovitas al intentar leer algunos artículos de esta revista. Pero casi mejor, así se lo pasarán muy bien y tendrán algo de qué hablar además de los muebles de lujo.
Quería deciros que no compráseis esta revista, porque no se merece ni un solo céntimo de vuestros bolsillos. Pero la verdad es que ya es un poco tarde para ir a comprarla, lo más normal es que ya no esté disponible ni en El Corte Inglés, ni tampoco en los quioscos del país: era del mes de octubre. Tardé semanas en escribir este artículo y no sólo por falta de tiempo, sino también porque cada vez que me ponía a revisar las imágenes que saqué, me invadía un enorme aburrimiento y un malestar que sólo conocerá la gente que quiere su idioma de verdad y que sabe apreciar su uso cuando éste roza la perfección.
Hoy, por fin, publico este tema. Quizá alguno de vosotros ya haya comprado esta revista, pero hasta ahora no sabía QUÉ había comprado. Si después de haber leído este texto tenéis ganas de tirar el número adquirido a la basura, no lo hagáis: tal vez os sirva para buscar errores en los artículos y al encontrarlos (cosa que no es difícil) sentirse superiores a sus autores.
Un saludo.
La profe.
