Yevgueni Grishkovets “La camisa” Traducción: Marta Rebón

Yevgueni Grishkovets “La camisa” Traducción: Marta Rebón

Notapor La_profe » 19 Jun 2013, 14:37

Yevgueni Grishkovets “La camisa” Traducción: Marta Rebón.

Евгений Гришковец "Рубашка" (2004)

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¿Habéis estado en Moscú en invierno? ¿Y habéis atravesado el centro de Moscú en un taxi viejo que apenas avanzaba en los atascos de las avenidas grandes? ¿Os acordáis de aquellas nevadas que dejan las carreteras llenas de una nieve sucia y derretida, que tanto molesta a la hora de conducir y que hace que el viaje sea aún más pesado?

Así es Moscú. Una enorme ciudad rusa con la que sueñan los que están fuera y la que odian y quieren los que viven en ella.
Una de las mejores novelas de Yevgueni Grishkovets “La camisa” es sobre esta ciudad y, página por página, nos desplazamos con él y con su personaje Alexandr por todo Moscú.


“Oí muchas cosas. Era el sonido de la ciudad. Una ciudad enorme. Naturalmente no era toda la ciudad lo que yo oía, ni tampoco el “pulso de la ciudad” ni nada parecido… Oía como los coches arrancaban en el patio después de que mis vecinos se desesperasen un rato peleando con los motores helados. Y, como telón de fondo, allí…, un poco más lejos…, allí…, retumbaba la avenida”.

(«Я услышал много звуков. Это звучал город. Огромный город. Я слышал, конечно, не весь город, и это были не звуки какого-то «городского пульса», или что-то в этом роде. Я слышал, как с задержкой и как бы безнадёжно махнув рукой на всё, заводились во дворе автомобили. А фоном всему этому, там... чуть дальше... там, звучал проспект»).

“Avanzábamos muy despacio. El taxista, aun siendo bueno en lo suyo, no podía hacer lo imposible. … Sentí físicamente cómo esta enorme ciudad me robaba el tiempo, lo succionaba…, cómo Moscú, con todas sus fuerzas, multiplicaba mi sufrimiento…"

(«Мы двигались очень медленно. Водитель был хоть и молодец, но не мог сделать невозможного. ... Я прямо-таки физически чувствовал, как этот огромный город ворует, высасывает из меня моё время... как Москва, со всеми своими предельными силами, множит моё переживание...»).

“Durante la hora y pico que habíamos pasado sentados a resguardo del frío, la temperatura había descendido ligeramente, la nieve caía ahora con indolencia, como engolada, con indolencia y demasiado abundante. Las máquinas quitanieves ya habían pasado arrastrándose por la ciudad… Pero esta todavía no tenía ninguna intención de irse a dormir. Moscú brillaba con todas sus luces y miles de coches se desplazaban de un lugar a otro…”

(«За тот час с небольшим, который мы просидели в тепле, морозец слегка усилился, снег лениво и витиевато падал, лениво и не густо. Снегоуборочные машины уже выползли в город... Но город ещё и не думал засыпать. Москва светилась всеми огнями и шевелилась тысячами машин»).


El que echa de menos Moscú puede viajar allí a través de las páginas de la novela. Pero Moscú no es el único protagonista del libro, ni tampoco en principal. En esta ciudad es donde vive Alexandr, un arquitecto de treinta y tantos años que está locamente enamorado. Apenas come, casi no duerme y no piensa en nada más que en su amor.


“Por supuesto sé muy bien que no vale la pena llamar por teléfono… Después de esas llamadas uno siempre queda peor. Sea cual sea el caso. Por ejemplo, no aguantas más y llamas. Antes has tenido que inventarte una excusa, estrujarte los sesos y marcar tu número preferido… ¡Y no te responden! Antes de esa llamada no estabas bien, pero después… la cosa se vuelve sencillamente insoportable”.

(«Я отлично знаю, что звонить, конечно, не нужно... После таких звонков становится только хуже. Причём в любом случае. Например, вот ты не выдержал и позвонил. Предварительно придумал причину, высосал из пальца какой-то предлог и назвал заветный номер... И тебе не ответили! До этого звонка было не здорово, а после... стало просто невыносимо!»)

“O responde pero te dice, muy escueta: “Perdona, ahora no puedo hablar, ya te vuelvo a llamar luego yo”, y cuelga… ¡Que volverá a llamar! ¿Cuándo? … Y si hoy no me devuelve la llamada, ¿cómo voy a poder dormir?”

(«Или она ответила, но коротко сказала: «Извини, не могу сейчас говорить, перезвоню сама», - и отключилась. Она перезвонит! Когда? ... А если вовсе не позвонит сегодня, как спать?»)

“O si llamo y еlla se alegra, si hablamos un rato e incluso estamos de acuerdo en algo y en el momento de despedirnos Le digo: “Hasta la vista, un beso”, y Ella responde: “Adiós, adiós”. Pero no dice: “Un beso”. ¿Por qué? ¿Por qué no lo ha dicho? Y comienzo a darle vueltas a la cabeza sin parar…”

(«Или я позвонил, а она обрадовалась, мы поговорили, о чём-то договорились даже... И вот прощаемся, я говорю: «Пока, целую», а она: «Пока, пока». И не сказала «целую». Почему? Почему она не сказала? И я начинаю думать, думать…»)

“Y si llamas… y ¡todo marcha bien! Tenéis una charla estupenda y estáis de acuerdo en todo. Ella te manda “un beso” al final de la conversación y os despedís contentos los dos… Durante diez minutos o un cuarto de hora todo es felicidad y tranquilidad. Pero pronto, muy pronto, la tranquilidad se enturbia. Después de esa magnífica charla recuerdas todas y cada una de Sus palabras… Ya no tienes nada salvo esas palabras. Rememoras toda la conversación, todos sus detalles, como piedras preciosas, y al principio estás alegre… pero después las piedras pierden su esplendor y YA NO SON SUFIECIENTES. Necesitas más”.

(«Или звонишь... и всё хорошо! Поговорили прекрасно, и договорились обо всём, и она «поцеловала» в конце разговора, и попрощались хорошо. И минут десять-пятнадцать после такого разговора – счастье и покой. Но скоро, очень скоро покой улетучивается. А просто после такого прекрасного разговора ты вспоминаешь каждое её слова... У тебя больше ничего нет, кроме этих слов. Ты перебираешь весь разговор, все его детали, как драгоценные камешки, и сначала радуешься... а потом камешки меркнут, их становится НЕДОСТАТОЧНО. И нужно ещё, ещё...»)

“Aunque solo estuvimos una vez en aquella cafetería, ahora ya no puedo pasar por delante. Procuro no hacerlo. Estuvimos allí sentados cuarenta minutos y esa cafetería se convirtió para mí en “nuestra cafetería”. No he podido volver, su sola visión me hiere. Y los bulevares… todos los bulevares me hieren. Toda la ciudad me hiere, profundamente. Porque Ella está aquí, en la ciudad. Y todos los lugares donde nos encontramos sencillamente se han convertido en epicentros de una intolerable agitación, zozobra…”

(«Мы только один раз были в том кафе, а я не могу теперь проезжать мимо него. Я стараюсь этого не делать. Мы просидели тогда в нём сорок минут, и это кафе стало для меня «нашим» кафе. Я не могу туда зайти больше, и вид этого кафе ранит меня. И бульвары... все бульвары ранят. И весь город ранит меня беспрерывно. Потому что Она здесь. А все те места, где мы встречались, стали просто эпицентрами нестерпимого... волнения, тревоги»).

Además de Moscú y el amor de Alexandr encontramos en en esta novela una amistad entre dos hombres, amistad perfecta de aquellas que son para toda la vida, de las que no desaparecen jamás aunque los amigos vivan en distintas partes del país.


“- ¡No me gusta tu barba!
- Es una barba chic, tres semanas y ¡listo!
- ¡Es una fantochada! ¡Imposible imaginarse algo peor.
- Pensaba que a un Ernest esta barba le iría bien.
- ¿Qué Ernest? Si más bien pareces… un torero siberiano. Qué pesadilla…, ¡un verdadero horror!”


(“- Мне твоя борода не нравится!
- Шикарная борода, три недели – и готово!
- Она просто нечеловечески плохая! Хуже нельзя придумать!
- А я думал, для Эрнеста такая борода будет нормально.
- Какой Эрнест? Ты скорее похож на сибирского... тореадора. Кошмар... ужас настоящий!»)


Amor, amistad, la capital de Rusia, invierno, locales nocturnos y hasta... un accidente de tráfico.

Se puede pensar que “La camisa” es en muchos aspectos una novela autobiográfica, ya que Yevgueni Grishkovets, igual que Alexandr, nació en una ciudad pequeña de Siberia y se trasladó a la capital para vivir y trabajar. Quizá a través de su protagonista Grishkovets haya podido volver a vivir alguna de las épocas de su propia vida.

Las otras novelas del autor aún no están traducidas al español pero son bestsellers en Rusia. Grishkovets también es famoso por sus obras de teatro muy queridas por el público ruso. Lo que le hace tan especial es su capacidad de hablar de las cosas más cotidianas con un humor muy peculiar y de tal manera que los lectores (y el público en los teatros) se reconocen en los personajes de sus textos y se sienten a gusto con esta identificación.

Os lo recomiendo.
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Re: Yevgueni Grishkovets “La camisa” Traducción: Marta Rebón

Notapor Andrés Santín » 20 Jun 2013, 03:37

Hola,

La verdad que tiene muy buena pinta. Si bien "Guerra y Paz", al igual que a ti, Elena; se me acabo haciendo un tanto pesado (lo devolví a la biblioteca de hecho :( ) ésta parece una novela más dinámica. Puede que le de un intento :)

Gracias por la recomendación
Andrés Santín
 
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Re: Yevgueni Grishkovets “La camisa” Traducción: Marta Rebón

Notapor La_profe » 20 Jun 2013, 15:21

Si bien "Guerra y Paz", al igual que a ti, Elena; se me acabo haciendo un tanto pesado (lo devolví a la biblioteca de hecho )


¡¡¡Ja, ja, ja!!! :D ¡Normal!
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